Golpe de Mazo
Novedades Chetumal
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La imposición de Yesunni Martínez Hernández como candidata de Morena por el segundo distrito (Chetumal) alborotó el avispero, y los agraviados pretenden pasar a la ofensiva este viernes, denunciando ante la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) a Rafael Marín Mollinedo (dirigente estatal) y Raymundo César Calderón Caballero (Secretario General) por la desaseada asamblea del pasado domingo y por el dedazo que benefició a “una perfecta desconocida”, según los inconformes que afilan sables con impaciencia.
Las deserciones inminentes ya son anunciadas por un puñado de militantes de piel canela, desalentados por la descarnada faz autoritaria que ha mostrado el partido de Andrés Manuel López Obrador, quien ha basado su proyecto en hombres de su absoluta confianza, dejando cientos de heridos en el pavimento.
La antropóloga Yesunni –egresada de la Universidad de Quintana Roo– tiene como único punto de apoyo a Marín Mollinedo, quien contra toda lógica política impulsa a su protegida.
Mollinedo y su secretario particular Calderón Caballero –así le dicen con sorna los morenos, por ser un mozo de Marín Mollinedo – han colocado en el atolladero a este partido.
Bombas de tiempo sin control
Las empresas distribuidoras de gas en Chetumal son un peligro para la ciudadanía por la suma de irregularidades en su operación cotidiana, pues las violaciones a los protocolos de seguridad en el manejo del explosivo combustible son la norma, tanto en las propias instalaciones de las empresas como en los vehículos de reparto.
De ello están enteradas las autoridades de Protección Civil estatal, que en un reciente operativo de revisión a las empresas gaseras de Chetumal y otros puntos del estado encontraron imperdonables omisiones en sus instalaciones.
El equipo de extinción de incendios en la mayoría de estas distribuidoras de gas está nada más de adorno, porque los hidrantes o no servían o no contaban con presión de agua, por lo que cualquier conato de incendio puede ser devastador, con consecuencias de pesadilla.
Y es que a raíz de la tragedia ocurrida en un hospital materno infantil en Cuajimalpa, D.F., donde una pipa de la empresa Gas Nieto explotó dejando una estela de muertos y heridos, las autoridades de Protección Civil del estado han puesto sus barbas a remojar y empezaron de inmediato a supervisar a las gaseras locales, en un operativo que huele más a simulación.
