Un tirón de rienda recibió el presidente municipal de Bacalar, “El Chepe” José Alfredo Contreras Méndez, en su ruda e ilegal ofensiva para arrebatarle funciones y convertir en pieza decorativa a la Síndica Vanessa Piña Gutiérrez, maniobra que consumó el presunto priista con un madruguete solapado por su amaestrado Cabildo.
Lanzado contra las cuerdas y con cuenta de protección, esta mañana “El Chepe” tuvo que recular con su Cabildo para devolverle las funciones que usurpó una marioneta suya, pero no ha bajado el telón de esta obra de un México donde reina la ley del garrote cavernícola de un macho parado en seco, porque Vanessa Piña se ha defendido en las instancias judiciales y que atienden las quejas de “violencia política de género”, sumando apoyo de colectivos feministas de Cancún y el dramático llamado a la gobernadora electa Mara Lezama.
Como candidato priista procedente de la diputación local, “El Chepe” fue alcalde al calor del gobernador Roberto Borge y reconquistó el trono en 2021, como candidato del PRI en alianza con PAN, PRD y Confianza por Quintana Roo. Este antecedente confirma que el señor no es un primerizo en las aguas municipales y por ello no se explica su arrebato altanero para intentar dejar como espectadora a la Síndica expriista, quien fue electa en una planilla y no podía ser desplazada como si fuera una mesera del exitoso negocio de tacos y tortas del “Chepe”, especialista en ese terreno.
Pesó mucho el apremiante llamado hecho por Vanessa “con lágrimas y voz entrecortada” a la gobernadora electa Mara Lezama en Sin Anestesia Diario, al ser entrevistada por José Antonio Callejo, Jorge Castro Noriega y Joaquín Pacheco Cabrera. Muy importante además su entrevista con Jonathann Estrada en Cancún Channel.
Pero es inminente la sanción al alcalde de Bacalar por “violencia política contra la mujer en razón de género”, porque el Tribunal Electoral de Quintana Roo (TEQROO) declaró parcialmente procedentes las medidas de protección solicitadas por Vanessa Piña.
El TEQROO determinó que “resulta necesario salvaguardar provisionalmente los derechos que asegura se le están restringiendo y violentando ante eventuales actos que pudieran resultar lesivos a sus derechos humanos”.
La queja no es asunto intrascendente, sino grave y fulminante si es dictaminado en las alturas, donde castigan los arrebatos machistas que distinguen al Chepe, quien a muchas mujeres no las baja de “putas, perras y zorras”, según testimonio de una mujer política de Bacalar que ha padecido a este alcalde que nunca debió llegar al poder, pero de este tipo de fauna está repleta la política mexicana.
