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Novedades Chetumal
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La entrega de la presea al Mérito Ciudadano Othón Pompeyo Blanco no pudo ser más justa, ya que fue adjudicada al mejor alcalde que ha tenido el Ayuntamiento capitalino: Don Hernán Pastrana Pastrana, un político que concibe el servicio público como una oportunidad para servir a su pueblo, y no para servirse con trascabo como otros.
Este galardón será entregado hoy a Don Hernán a partir de las seis de la tarde en el monumento al Pescador, durante los festejos del 117 aniversario de la fundación de nuestro Chetumal.
El terrible estado del Ayuntamiento capitalino convierte en actuales a este tipo de políticos con trayectoria que nunca dejaron obras inconclusas o inflaron presupuestos, aprovechando en cambio los recursos disponibles para no defraudar a la ciudadanía, lo que es mucho pedir en estos días.
A Don Hernán –alcalde de 1978 a 1981–se le recuerda sobre todo por la construcción del zoológico Payo Obispo, una obra de primera magnitud que fue inaugurada por el presidente José López Portillo, en la recta final del gobierno de Jesús Martínez Ross.
Pero la administración de Don Hernán fue mucho más, destacando un orden financiero que le dio al Ayuntamiento amplio margen para atender los reclamos de la ciudadanía, esporádicos porque los delitos del chetumaleño no iban más allá del robo de un marrano o las rencillas entre vecinos.
Don Hernán Pastrana enaltece a esta presea.
Y Chetumal cumple otro año en condiciones complicadas, ya que su paz idílica disfrutada por mucho tiempo por sus habitantes ha sido contaminada por una delincuencia que azota por doquier, sin que las corporaciones de seguridad pública tengan capacidad suficiente para contrarrestarla.
Nos hemos acostumbrado al fétido olor del crimen, ya que la nota roja es material ineludible en los desayunos.
A ella se suma la oferta de empleos muy mal pagados que multiplican la pobreza, impidiendo el acceso a las oportunidades. Y las universidades y otros centros de educación superior mandan a la calle a cientos de egresados que difícilmente encuentran trabajo al nivel de su formación.
Basta con analizar la oferta de carreras para formar licenciados en Derecho, incluso al vapor. Mientras el alumno pague, claro que puede estudiar sin que importe el mañana.
