Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
El chetumaleño Cipriano Torres López era fruto de la sudorosa cultura del esfuerzo, amante de la pesca y dueño de Motonáutica, un negocio para la venta de artículos de pesca deportiva. Pero el pasado domingo con el sol en lo alto fue privado de la libertad por tres delincuentes que lo interceptaron por la espalda y sometieron cuando llegaba a casa, para subirlo a un auto en marcha y llevarlo con rumbo desconocido, episodio captado por una cámara de vigilancia.
Desde ayer por la mañana medios virtuales difundieron en cascada la noticia de su muerte sanguinaria, pero hasta ahora la Fiscalía del Estado mantiene la ficha de alerta con el título “Ayúdale a regresar a casa”, como si todo mundo desconociera los detalles del ataque criminal y estuviésemos ante el extravío de un anciano en el monte.
“Se solicita el apoyo para la búsqueda y localización del C. Cipriano Torres López, fue visto por última vez en la ciudad de Chetumal, mismo que se encuentra desaparecido”, se lee en la alerta que hasta ahora mantiene intacta la Fiscalía en su Fan Page, sin actualizar información como si lo ocurrido con Cipriano Torres fuera bronca de una aldea africana.
Pero los medios virtuales ya impusieron su información, no desmentida hasta ahora por la Fiscalía rebasada por la derecha a la vista de todos.
El Fiscal General Óscar Montes de Oca tiene la obligación de proporcionar la información oficial con todos los detalles de una muerte que su costosa e insensible dependencia no ha confirmado.
Pero además tienen que dar detalles de la investigación que deben iniciar por exigencia institucional para dar con los asesinos de Cipriano.
La incompetencia es tan dañina como la corrupción, señor Fiscal Óscar Montes De Oca.
