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Pesadilla de tiempo completo en la escuela

Pena Capital
Javier Chávez
Novedades Chetumal

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Una madre de familia chetumaleña, cuyo hijo estudia en la escuela primaria Francisco I. Madero, me reveló una situación inhumana en ese plantel ubicado en el primer cuadro de la capital del estado:

“La escuela a partir de este ciclo escolar pasó a ser escuela de tiempo completo, y por lo tanto la salida es a las tres de la tarde, pero no cuenta con la infraestructura necesaria para albergar por tantas horas a los niños, ya que no existe comedor adecuado, los baños son insuficientes y no funcionan, el calor es extremadamente fuerte.

No se cumple con el objetivo de mejorar la calidad educativa, porque el tiempo lo quieren llenar con un maestro de música, al cuál hay que cubrirle su sueldo. Por supuesto los padres de familia reaccionamos con enojo y le hicimos ver a la directora Guadalupe Vázquez Andrade que no queríamos una guardería, y por qué aceptó el tiempo completo sin contar con lo mas necesario para la comodidad de los infantes, ya que los niños comen en el suelo, con las manos sucias por supuesto, no hay una adecuada alimentación y el menú consiste en tortas, empanadas, caldos y aguas frescas en mal estado por el extremo calor.

Los niños están haciendo sus necesidades fisiológicas en el teatro de la escuela porque los baños son insuficientes y no se aguantan. Además, los niños de primer grado lloran por tantas horas en la escuela. Tomemos en cuenta que ellos apenas comienzan su educación primaria y vienen saliendo del kínder donde el trato y el horario son totalmente diferentes.

Se le dijo a la directora que no queremos la escuela de tiempo completo, pues no beneficia en nada, puesto que las horas efectivas de clases terminan a las 12 del día, no queriendo los profesores de grupo atender académicamente a los niños con el pretexto de que la Secretaría de Educación se los prohíbe. Entonces, ¿qué sentido tiene el tiempo completo? Porque aquí como vemos los únicos beneficiados son los profes, ya que el que tiene dos plazas las cumple en la misma escuela y sale a las tres, cuando antes se trasladaba a otra escuela y su horario laboral terminaba a las cinco de la tarde.

Y a los profesores que no tienen doble plaza se les da un incentivo o compensación por laborar tres horas más. Entonces está totalmente claro: sólo ellos se benefician, aún a costa de sacrificar a los niños, amén de que en esta escuela te obligan de comprar un “libro de apoyo» que cuesta 240 pesos. Y no te preguntan, porque te lo ponen en la lista de útiles escolares  ¿Y los que tienen dos ó tres niños?

 Yo en lo particular ya le hice saber a la profesora de grupo que no estoy de acuerdo en que se use este libro, ya que dejan de utilizar los de texto gratuitos y se trabaja solo en este. Ella me contestó que no es obligatorio, sino opcional. Pero al momento de utilizarlo en el salón de clases ya hay discriminación”.

Esta es la denuncia hecha por una madre que me contactó por Facebook. Comparto su indignación y espero que la somnolienta burocracia de la Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) intervenga de inmediato.

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