Pena Capital
Javier Chávez
Novedades Chetumal
.
Como en los tiempos del lejano oeste, sería conveniente colocar anuncios de recompensa para localizar a candidatos de oposición en Quintana Roo, porque de plano no aparecen en ningún ejido, poblado, colonia popular, ciudad, municipio o distrito. Consecuencia: el PRI va en caballo de hacienda en los dos distritos que conserva –recordemos que el Verde Ecologista parasitó el tercer distrito de Cancún–, y tan sólo en su horizonte flotan nubarrones de abstencionismo, único fenómeno que incomoda a los inminentes candidatos: José Luis Toledo Medina y Arlet Mólgora Glover.
“Se buscan candidatos de oposición”, se leería en los carteles en los que se ofrecería una irresistible recompensa a quienes se animen a jugar en plan grande en este proceso electoral federal, dejando a un lado a aquellos que participan sabiendo desde el principio que les aguarda la derrota, y que de todos modos estorban como comparsa.
Por el primer distrito (Playa del Carmen) José Luis Toledo Medina (PRI) se perfila como el próximo diputado federal, ya que en este grupo de la Copa del Caribe se mide Alemania contra potencias como San Vicente, Surinam y Sierra Leona.
Chanito Toledo partirá como amplio favorito, como en aquellos tiempos en los que José López Portillo hacía campaña como candidato presidencial. Y claro que el futuro candidato de la aplanadora enfrentará un mínimo voto de rechazo, pero este se manifiesta por lo que representa el PRI a nivel país, sin que sus adversarios aporten aquí un grano de harina al porcentaje de estos votos.
En el distrito dos (Chetumal) Arlet Mólgora será de nuevo candidata, y en todo caso deben preocuparle más los problemas de vestidor que el grado de peligrosidad de sus adversarios en la cancha.
Porque si el PRI aplica muchas capas de impermeabilizante para evitar filtraciones, curando heridas como la de Cora Amalia Castilla Madrid, Arlet tendrá todo a su favor para enfrentar a dos inminentes candidatos interesantes: Mahmud Chnaid Novelo (PAN) y Andrés Ruiz Morcillo (independiente).
Mahmud Chnaid será un candidato competitivo en la medida en que su dirigencia estatal le entregue municiones para enfrentar los incontables tanques de guerra tricolores que se desplacen por toda la pradera distrital. Porque si recibe tardíamente para su campaña seis o siete mulas con desnutridos combatientes descalzos con máuseres y machetes, pues ya todo estará dicho.
El futuro candidato del PAN debe prender la campaña como lo hizo Wadi Amar Shabshab en 1996, en pleno apogeo del gobernador Mario Villanueva Madrid. En ese proceso Wadi era candidato a diputado local por el segundo distrito (Chetumal), enfrentando al profesor Jorge Mario López Sosa (PRI).
Y en pleno amanecer de campaña, la candidatura de Wadi evolucionó hasta convertirse en huracán categoría uno y con todas las condiciones climatológicas para alcanzar la categoría cinco. Y el gobierno del estado recurrió a la guerra sucia para retirarlo del cuadrilátero.
¿Emulará Mahmud Chnaid a Wadi Amar? Eso está por verse.
En cuanto a Morcillo, ahora nadará contra corriente en aguas gélidas, muy lejos de aquel proceso de 2008, cuando la maquinaria Tricolor lo cobijó y le ayudó a derrotar al incómodo Mario Rivero Leal (PAN).
Para muchos son una incógnita sus alcances, aunque el exceso de confianza de Brasil puede permitirle a Morcillo propinar un Maracanazo de repercusión planetaria.
