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Ante un escenario repleto de seguidores procedentes de casi todo Quintana Roo, el dos veces candidato presidencial y líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, encabezó este domingo en Cancún un mitin masivo con el pretexto de la firma de un “pacto de unidad” entre diversas fuerzas políticas y agrupaciones de la sociedad, pero que en los hechos fue una demostración de poder político y el inicio formal de las hostilidades rumbo a las elecciones de 2018.
El evento presidido por el político tabasqueño –uno de los consentidos del electorado quintanarroense que le entregó victorias cuando compitió por la presidencia en 2006 y 2012–, cimbró el ambiente local y no solo por su ya conocido poder de convocatoria, sino por el conglomerado de personajes de la grilla del patio que formalmente se sumaron al proyecto de Morena.
En el parque de las palapas el Peje estuvo escoltado por una variopinta selección de refuerzos integrada por empresarios, activistas y políticos. Buenos, malos y feos, todos encontraron cabida en una Morena que les ha abierto los brazos y representa irresistibles candidaturas para la conquista.
Del sur destacaron personajes como el experimentado Eduardo Ovando Martínez, que ofrendó a López Obrador la estructura proselitista que construyó en su pasado priista, y el empresario y ex candidato del PAN a la diputación local, Luis Protonotario Sabido, quien puede ser una de las cartas bajo la manga para la alcaldía capitalina.
No faltó el ovandista bacalarense Juan Manuel Herrera, quien estuvo entre los invitados especiales. En el templete estuvo Erick Borges Yam, ex candidato independiente a la alcaldía de José María Morelos y del grupo de Eduardo Ovando.
También se integraron al ejército de AMLO el ex regidor del PT, Rivelino Valdivia Villaseca, el líder empresarial capitalino Fidel Guillén Arjona y el ex subsecretario de Salud, Manuel Aguilar Ortega, que recibió tremenda abucheada porque los simpatizantes de Morena lo ven como un infiltrado del PRI, partido al que no ha renunciado.
Otros que recibieron una rechifla de antología fueron “Lady Senadora” del PRD, Luz María Beristáin Navarrete, y el dirigente perpetuo del PT, Hernán Villatoro Barrios, a quien no bajaron de parásito y vividor.
Con este arranque madrugador sobre sus adormecidos competidores, Morena se colocó a la cabeza de una carrera que para los demás todavía no empieza.