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Atolondrado en la penumbra, cuando tengo que rescatar de su plácido sueño a mi hijo para llevarlo a la escuela secundaria, les recuerdo a mi manera el 10 de mayo a los diputados federales de todos los partidos que aprobaron a ciegas el cambio de huso horario de Quintana Roo: PRI, PAN, PRD, Verde Ecologista, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y PT.
Porque estos insensibles e irresponsables diputados dicen “ajá, voto como indicas”, apretando el botón apoltronados en su curul, como costosos gatos de angora que viven y beben a nuestras costillas.
Porque mientras en gran parte del país cuentan con una hora más de sueño –o para otras actividades emergentes o rutinarias–, uno tiene que soportar este castigo enviado desde una Cámara de Diputados que se niega a representarnos, y que quizá ignore las dimensiones del daño masivo causado, más allá de la cuestión escolar. Porque los horarios laborales también fueron afectados, jalando parejo.
Lo peor es que tal castigo es eludido por la inmensa mayoría de políticos irresponsables que lo avalaron. Porque los diputados federales como acolchonados villancicos roncan y roncan y vuelven a roncar, mientras uno tiene que decirle a su hijo: “despierta, se te hace tarde”.
El Presidente Enrique Peña Nieto dio luz verde al cambio de huso horario de Quintana Roo, y los diputados de todos los partidos acataron la instrucción de estilete, justificando su voto borreguil con los «contundentes beneficios» que cosechará nuestra industria turística en una engreída zona norte que contempla con desprecio al resto del estado. Recuerdo que hasta la diputada perredista cancunense Graciela Saldaña Fraire se lució en tribuna, aquel cuatro de diciembre de 2014:
“Acudo a esta tribuna para expresar y fundamentar la posición favorable del Grupo Parlamentario del PRD en torno al presente Dictamen expresando también el sentir y la percepción de una inmensa mayoría de ciudadanos y habitantes del estado de Quintana Roo que desde hace tiempo reclaman estas modificaciones y que hoy con el voto favorable de esta Honorable Asamblea podrán al fin concretarse en beneficio de la economía y sociedad quintanarroense”.
¿Cuáles habitantes, Graciela?
Los diputados que superaron la aduana de las urnas siempre se van por la libre y votan acatando instrucciones del coordinador de su bancada, lo que explica esas unanimidades surgidas sin tomar en cuenta el sentir de las mayorías. Porque nunca se efectuó una encuesta en Quintana Roo, y se presentó como un hecho consumado esta aprobación devastadora.
Claro que hay posturas a favor de este huso horario, y sus argumentos son dignos de análisis. Pero conviene que expongan a estas alturas los beneficios de este horario madrugador que nos ubica regionalmente como una curiosa entidad que sacrifica una hora de sueño en esta temporada próxima al invierno.
Pero cuando el gobierno federal y los legisladores federales enfrentan un tema polémico, como la legalización de la marihuana, torean el asunto y convocan a un debate para que se diluya la bronca. Y cuando algo les interesa toman la decisión por sus pistolas, como ocurrió con el injusto huso horario de Quintana Roo.
Porque detesto madrugar.