La actual Legislatura se perfila como la más improductiva en toda la historia de Quintana Roo, tanto en la elaboración de iniciativas de alto impacto como en el trabajo en comisiones, de adorno en su gran mayoría.
En condiciones normales los diputados de todas las bancadas estarían concentrados en la glosa del tercer informe del gobernador Roberto Borge Angulo, quien les entregó el documento el pasado 9 de septiembre.
El análisis del informe desemboca en la convocatoria para que acudan los funcionarios que manejan temas candentes y cuyo estado actual debe ser expuesto con datos duros. Entre ellos destaca el Procurador de Justicia, Gaspar Armando García Torres, quien tiene en sus manos un puñado de asuntos explosivos, como la investigación de sonados homicidios.
¿Acaso el encargado del despacho de Seguridad Pública, Juan Pedro Mercader Rodríguez, no tiene algo que aclarar a los 25 diputados? ¿Todo marcha sobre ruedas en materia de Seguridad Pública? ¿La ola de robos y asaltos nos mantiene serenos como monjes tibetanos en meditación imperturbable?
En la lista de quienes tienen mucho que decir destaca el titular de Educación y Cultura, José Alberto Alonso Ovando, a quien le ha reventado en la cara el fracaso de las escuelas de tiempo completo, a lo que se añade el completo abandono de la cuestión cultural.
En este rubro cultural, a Alonso Ovando le debe dar vergüenza el destino que ha tenido el Teatro Constituyentes del 74 en Chetumal, donde por lo regular se presentan figuras como el cómico regional Melo Colli y tan sólo sirve como espacio para graduaciones, mientras otros teatros similares tienen una cartelera a la altura de la capital de un estado.
Juan Lorenzo Ortegón Pacheco (titular de Salud) tiene mucho que explicar no solo acerca de las campañas contra los mosquitos que transmiten el dengue y el paludismo, sino acerca de las causas de la crónica y criminal falta de medicamentos en centros de salud.
Pero lo diputados de todas las fuerzas políticas están en todo, menos en misa, destacando el asqueroso desempeño de los diputados del PAN y PRD, asumidos como una oposición formal, pero que dobló las manos al aprobar el nombramiento de Harley Sosa Guillén como titular de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo.
El Congreso cuenta con 26 Comisiones para 25 diputados, pero ninguna funciona.