Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
En el desmadrado municipio maya de Felipe Carrillo Puerto se idolatra al Presidente Andrés Manuel López Obrador por ser benefactor a manos llenas. Por ello su partido Morena está por encima de las nubes más altas, lo que explica la fanfarrona actitud de su alcaldesa Mary Hernández Solís, cuyos excesos y metidas de pata la tendrían contra las cuerdas o en la lona con un pueblo inflexible.
Hasta la oposición está escondida en la selva, temerosa de reaccionar para explotar las insultantes fallas de esta alcaldesa frívola que es pareja sentimental de Johana Acosta Conrado, quien ocupa la simbólica dirigencia estatal de Morena.
En estas condiciones de mar en calma, si Mary Hernández recibe la autorización para ir por la reelección la consigue sin hacer campaña, ya que la coalición tripartita (Morena, Verde y PT) no tiene en estos momentos un rival que desafíe a la alcaldesa morenista cuyos escándalos son soportados en redes sociales por su pueblo silencioso, “haciendo de tripas corazón” para aguantar el cotidiano baño de vergüenza.
Para poner en jaque a la primeriza y frívola Mary Hernández la coalición formada por PRI, PAN y PRD tiene que meterse de inmediato en el terreno de juego, pero ahí no cuentan con una sola figura que esté dispuesta a competir sin ser comparsa, evitando que la alcaldesa gane por default.
Mary Hernández ha arrastrado en su desprestigio a Johana Acosta, como ocurrió con la contratación de “la celebridad de Internet” Wendy Guevara para amenizar el Grito de Independencia en el corazón de la Guerra de Castas. Los mayas de otra época habrían parado en seco a su alcaldesa que lleva sus gustos personales a la cartelera popular, relajada porque la marca Morena aguanta eso y mucho más.
Carrillo Puerto fue territorio priista como todos los municipios, hasta que en 2005 ganó el candidato perredista Eliseo Bahena Adame al aprovechar el efecto huracán del “Chacho” Juan Ignacio García Zalvidea, candidato a la gubernatura vencido por el priista Félix González Canto en una durísima pelea.
Y los sufridos carrilloportenses seguirán soportando a su alcaldesa Mary Hernández en camionetón o scooter, porque sí hay mal que dure seis años.