Alerta Roja
Javier Chávez Ataxca
Gualberto Caamal Ku –comisario ejidal de Laguna Om– y una persona que estaba en su vivienda fueron asesinados ayer por la tarde en la localidad de Nicolás Bravo, próxima a la frontera con Campeche. Un hermano del comisario ejidal de 60 años lo encontró inerte en un charco de sangre.
Los asesinatos de hombres que están al frente de ejidos y localidades han sido frecuentes en el sur de Quintana Roo y predomina el sello de la impunidad, porque la Fiscalía General del Estado era incompetente con el fuereño Oscar Montes de Oca Rosales –en el mandato de Carlos Joaquín González– y empeoró con el chiapaneco Raciel López Salazar.
El golpe más sonado de este año electoral lo dio Raciel López con la detención del exalcalde carrilloportense José Esquivel Vargas, Chak Meex, cuando estaba a punto de ser candidato del PRD a la alcaldía de ese municipio maya. El delito era cosa menor, pero Chak Meex fue enviado al Cereso de Chetumal para sacarlo de la competencia a la mala.
Hoy Nicolás Bravo se conmociona por el asesinato de un líder muy querido en su comunidad y solo queda esperar que el Fiscal General Raciel López se aplique al máximo en la investigación, como tiene que ocurrir en todos los homicidios. Pero no se vale que los pistoleros sigan matando sin que sean presionados por la justicia.
Va un breve recuento de homicidios ocurridos en el sur del Caribe mexicano:
La noche del 31 de enero de 2022, Eduardo Aguilar Alonso –comisario del ejido forestal de Noh Bec, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto– fue llevado a la fuerza por hombres con el rostro cubierto y armas largas. Ocho días después, al borde de un camino de terracería fue localizado embolsado el cadáver del hombre robusto de 48 años, con ocho balazos y huellas de tortura.
Román Guzmán González –exdiputado local del PRD y excomisario ejidal de Aarón Merino Fernández, en el municipio de Bacalar– fue asesinado a balazos en su rancho “Las Mariposas”, cuando caía la noche del 25 de marzo de 2020.
La noche del seis de abril de 2020 fue asesinado a balazos el alcalde de Mahahual, Obed Durón Gómez, quien con acompañantes viajaba en una camioneta blanca hacia Xcalak y fue interceptado por maleantes que le dispararon desde un auto en movimiento; las heridas fueron mortales.
Cumplida su misión de darle un “estate quieto” al Chak Meex, el Fiscal General tiene que concentrarse en la investigación de sonados homicidios ocurridos cerca de Chetumal, nuestra simbólica capital donde ocasionalmente se asoma el chiapaneco Raciel López.