Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Es increíble que en pleno siglo XXI, en el auge de la era digital, quienes son impuestos para dirigir las instituciones educativas de nivel superior pretendan mantener a los estudiantes en su papel de borregos del sistema, sumisos ante el marcado autoritarismo de aquellos que deberían de brindarles las herramientas para ser agentes críticos, pensantes, que puedan realizar el cambio social tan necesario en nuestro país.
Pero no, más preocupados por mantener sus posiciones ganadas no por capacidad, sino por cuestiones políticas, la rectora de la Universidad de Quintana Roo (Uqroo), Elina Coral Castilla, y la directora del ITCH, Estela Rivera López, parecen estar cortadas con la misma tijera intentando someter a los futuros profesionistas a un régimen digno de las más férreas dictaduras, donde alzar la voz es el peor pecado que pueden cometer.
En la Uqroo un terrible error de cálculo de Elina Coral levantó un movimiento estudiantil sin precedentes en esta casa de estudios que tiene contra las cuerdas a la Rectora, sobre todo ahora que los jóvenes cuentan con el respaldo del Colegio de Académicos de la institución.
Y es que Elina Coral mostró que carece de sentido común al intentar “fumigar” un evento de protesta de los universitarios, sin darse cuenta que provocaría el efecto contrario, ya que los estudiantes se negaron a ser tratados como borregos, que al parecer es el deseo de la Rectora priista.
Tras dos semanas de conflicto, la Rectora Elina sigue escondida en su oficina esperando que el tiempo cure su error, e insistiendo en su negativa de atender la exigencia de la comunidad escolar que pidió, con toda justicia, una asamblea general del estudiantado donde presentarán las demandas de su movimiento.
Poniendo a prueba la resistencia de los jóvenes y de los mismos académicos, Elina Coral decidió que la asamblea se realizará hasta el año entrante, en 2015, posponiendo lo inevitable.
Sin embargo la Rectora ha actuado de manera pasivo-agresiva intentando desalentar el movimiento utilizando a esbirros como el abogado de la Uqroo, quien dijo a los medios que las exigencias de este movimiento estudiantil no tienen validez porque el único órgano representativo de los universitarios es el Colegio de Estudiantes (Colest), argumento muy conveniente cuando se sabe que el dirigente de dicho organismo se ha tendido como tapete a la Rectora.
En el ITCH las cosas no son tan diferentes. Desde su llegada Estela Rivera López ha dirigido el plantel con mano de hierro cerrando la puerta a cualquier tipo de protesta o exigencia estudiantil.
De la misma manera en que Elina Coral ha utilizado el Colest para hacer el trabajo sucio, Estela Rivera López controla en su totalidad a la Sociedad de Estudiantes del ITCH, que aún preside Christian Cabrera Sánchez.
Lo curioso es que el joven Christian Cabrera logró llegar a la dirigencia estudiantil con un discurso combativo y participando en cuanta protesta social se realizara en Chetumal, hasta antes de la llegada de la nueva directora.
Desde que Estela Rivera tomó la dirección del ITCH, la “combatividad” del presidente estudiantil se terminó, e incluso intentó por sí mismo boicoteó un evento de protesta por el caso Ayotzinapa convocado por otro grupo de estudiantes activos políticamente.
Algunos estudiantes mapaches confirmaron que la tirana directora prohibió de manera terminante que se colocaran mantas o carteles alusivas al tema de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, coartando la libertad de expresión de los jóvenes consagrada en la Constitución.
Ahora, en las elecciones para la nueva dirigencia estudiantil celebradas esta semana los estudiantes del ITCH denunciaron una serie de irregularidades cometidas por el actual dirigente estudiantil y solapadas por la dirección de la escuela para imponer a una presidenta a modo. La cultura del fraude y el dedazo se enseña, por lo visto, desde las instituciones educativas.
“El problema es que estamos ante una autoridad sorda y un colegio electoral corrupto. Sin mencionar al presidente de la sociedad de alumnos”, señaló uno de los estudiantes en un comentario en el Facebook, resumiendo la frustración de los jóvenes que tienen que lidiar con los complejos tiránicos de estas mujeres que han demostrado su ineptitud para formar profesionistas críticos y pensantes, realizando lobotomías ideológicas desde esta importante etapa para acoplarlos al sistema. Triste, pero real.