Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Aunque resta todavía más de un año para que concluya el gobierno municipal de Eduardo Espinosa Abuxapqui, el tema de la sucesión presidencial en Othón P. Blanco ya empezó a tomar fuerza en los medios donde los nombres de los aspirantes suenan cada vez más fuerte.
Y es que es cierto que en política nada está escrito, las cosas pueden dar un giro inesperado en el último momento, sin embargo nada es más común en la arena de la grilla local que los madruguetes y los salidas adelantadas, ya que en algunas ocasiones esos metros ganados en el arranque pueden hacer toda la diferencia.
El más antiguo de la lista de los aspirantes a ocupar la silla que actualmente ocupa Espinosa Abuxapqui es el diputado local plurinominal Pedro Flota Alcocer, quien ha soñado con ser candidato a presidente municipal por más de una década.
Pedro Flota tiene una trayectoria política bastante nutrida. Ha sido de todo y ha hecho de todo, aunque hay que decirlo, como producto electoral no es muy vendible. Su nivel de carisma está por debajo del cero.
Sin embargo dentro del PRI ha vendido su imagen de militante abnegado, disciplinado, dispuesto a la autoflagelación y al sacrificio de ser necesario. Su esperanza es que, cuando el actual líder del Congreso, José Luis “Chanito” Toledo Medina, solicite licencia para contender por la diputación federal del Distrito 01, el puesto más importante del Poder Legislativo caiga en sus manos y desde allí, seguir el mismo caminito del actual alcalde.
En el segundo carril está el diputado federal Raymundo King de la Rosa, quien es el único de los cuatro contendientes que cuenta con la experiencia de participar en una contienda electoral, donde salió victorioso gracias al poderío de la maquinaria priista.
Eso sí, los votos a favor del aumento del IVA en las zonas fronterizas además de algunas promesas incumplidas son los principales puntos débiles de Raymundo, que sin duda en una hipotética campaña serán explotados con gozo por los candidatos opositores.
En el tercer carril se ubica la también diputada federal, Lizbeth Gamboa Song, que a diferencia de Raymundo llegó a la curul por la cómoda vía plurinominal. La joven Lizbeth arrancó antes del disparo con estrategias populistas como la implementación de un programa de “ayuda social” denominado Súper Liz, que no es otra cosa que un vehículo tapizado con el nombre de la legisladora en el que se venden productos de la canasta básica a bajo costo, y la repartición de útiles al inicio del ciclo escolar.
En contra tiene su escasa trayectoria política, poca penetración social, y el hecho de que al igual que Raymundo King su imagen ha quedado maltrecha por sus votos aprobatorios a la Reforma Fiscal que provocaron el aumento al IVA en el estado.
Finalmente en los pasillos se comenta que el actual secretario general del Ayuntamiento, Jorge Aguilar Cheluja, es otro de los que está interesado en pelear por la alcaldía, aunque en realidad el joven protegido de Eduardo Espinosa Abuxapqui no ha dado ningún indicio de que esto sea verdad, pero no por eso hay que descartarlo.
Para bien o para mal, Jorge Aguilar Cheluja se ha convertido en uno de los protagonistas del Ayuntamiento capitalino fungiendo como sparring del alcalde y absorbiendo el impacto de los asuntos más delicados.
El joven funcionario municipal ha mostrado que tiene una buena mandíbula, pues ha soportado todo tipo de golpes, desde ganchos hasta uppercuts, y se ha mantenido de pie en la posición, incluso más fortalecido que al principio, ya que goza de un amplio poder en el Ayuntamiento y de toda la confianza de su jefe.
De lanzarse de lleno a la lucha por las candidaturas tendrá que aplicar al máximo sus características de luchador porque en apariencia iniciaría con desventaja en relación a sus rivales, pero si juega bien sus cartas puede ser un rival de mucho peligro, pues a diferencia de sus competidores no tiene tanta cola que le pisen.