CANCÚN, 27 de febrero
QUEQUI
Con un saldo de 13 detenidos, caos vehicular en la avenida Tulum y daños a bienes muebles e inmuebles , concluyó la marcha que protagonizaron poco más de 50 integrantes de un grupo anarquista para protestar por la desaparición de 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, hace poco más de cinco meses. Los manifestantes no pidieron permiso ni avisaron a las autoridades municipales de esta concentración.
Según el reporte oficial, “los detenidos violaron el Bando de Gobierno y Policía al atacar vías de comunicación y causar daños, pues golpearon y rayaron unidades vehiculares, pintarrajearon edificios y atacaron a la autoridad, así como a ciudadanos. Su conducta violenta puso en riesgo la integridad de trabajadores, turistas, niños y familias que transitaban por la avenida Tulum”, indica un comunicado.
Los presuntos responsables son Mario Coo, de 40 años; Jorge Castellanos, de 19 años; Gabriel Kumul, de 19 años;, Ingrid Torres, de 20; Josefina Ramírez, de 58; Jared Rojas, de 19; José Villarroel y Joaquín Camal, de 19 años; Itzel Bravo, de 27; Emmanuel Básullta, de 31; Jonathan León, de 25; Atziri Bravo, de 26, y César Villarroel de 33 años.
La marcha desquició la ciudad en horas en que miles de personas querían volver a sus casas luego de trabajar. El director de Tránsito, Juan Carlos Miranda, pidió a los manifestantes que circularan por un solo carril; sin embargo, la respuesta fue negativa y agresiva. Muy lentamente marcharon por la avenida principal gritando consignas. Al pasar junto al cuartel de Bomberos, un par de ellos pintó grafitis en un anuncio del gobierno federal y en un cibercafé, cuyo propietario quiso reclamar sin éxito, ante las agresiones verbales.
El clímax del embotellamiento se alcanzó en la glorieta del Ceviche, ya que la fila de automóviles medía más de un kilómetro. Pese a ello, el comportamiento ciudadano fue ejemplar, ya que los conductores no activaron el claxon. Los quejosos dieron la vuelta y avanzaron hacia el Palacio Municipal, el cual estaba custodiado por unos 50 policías antimotines. Frente a frente, los manifestantes vociferaron sus cánticos durante cinco minutos, y luego marcharon hacia el Parque de las Palapas.
Ya impacientes, los automovilistas quisieron pasar, pero sólo uno lo logró. Una señora fue detenida por un grupo de la marcha, quienes le recordaron el caso de los 43 desaparecidos, y golpearon el carro. Aquí se generó un momento de confusión, que aprovecharon los agentes del orden para detener a una docena de ellos.
Ya en la patrulla, los jóvenes reclamaban sus derechos y se quejaban del maltrato y la forma en que fueron detenidos. Los quejosos jamás llegaron al parque, donde pensaban dar un mensaje de protesta por la represión policiaca de la que han sido víctimas. Previamente, a las 18 horas, en el punto de reunión de El Crucero, conversaron largo rato con integrantes de una organización cristiana.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Olivares Mendiola, refrendó el respeto a la libre expresión, pero dijo que “bajo ninguna circunstancia se tolerarán actos vandálicos y afectación a derechos de terceros”.
