Alerta Roja
Javier Chávez Ataxca
En el tramo 6 del Tren Maya, en fase de construcción desde el aeropuerto carrilloportense de Tulum hasta Chetumal, los propietarios de terrenos titulados esperan ansiosos y hasta con desesperación el pago del 50 por ciento restante.
Hace año y medio les pagaron la primera parte y desde entonces no han tenido la mínima noticia, mientras el tiempo sigue su marcha como el Tren del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los propietarios están metidos en un señor lío con la inflexible Hacienda, porque lo pactado era que el impuesto correspondiente se los descontarían directamente con el segundo y definitivo pago que a estas alturas no cae, como lluvia salvadora para la milpa.
Y no hay señales del pago prometido en el horizonte, ni siquiera el bálsamo de una explicación, una actualización del estado del trámite burocrático, un gesto comprensivo en ventanilla.
Lo peor es que muchos propietarios de la tercera edad, vulnerables y bajo tratamiento médico, acuden a las oficinas del gobierno federal y hacen antesala por horas, pero retornan con las manos vacías y repletos de incertidumbre.
Hace falta una intervención efectiva para que estos propietarios reciban el pago pendiente del gobierno federal, porque la obra del Tren Maya ha generado y seguirá entregando enormes beneficios para los quintanarroenses, pero no hay que descuidar el ingrediente de la sensibilidad política merecida por los propietarios de terrenos de esta región.
En algún momento el reclamo llegará al oído del Presidente Andrés Manuel, pero es necesario que los burócratas federales resuelvan antes porque todo se limita a un par de firmas, oprimir un botón y ante todo buena voluntad.
Y no se les pide un imposible, porque para ellos es un simple trámite y un gigantesco tanque de oxígeno para los propietarios que esperan de pie una solución.