Alerta Roja
Javier Chávez Ataxca
Todo lo que abarca la vista por los cuatro puntos cardinales tiene los colores de la 4T en Quintana Roo, con Morena y Verde al frente. Son dueños de todas las posiciones políticas porque ya conquistaron el municipio de Solidaridad –en Playa del Carmen–, al doblegar a Lili Campos Miranda.
Y tienen una ventaja envidiable: Palacio Nacional con Los Pinos son todos suyos y los conservó el Presidente Andrés Manuel López Obrador aplastando como elefante a la única retadora descalza: la panista Xóchitl Gálvez, tibiamente reforzada por priistas y perredistas.
La fórmula del insepulto PRI fue perfeccionada por uno de sus hijos predilectos, porque Andrés Manuel ha sido el nieto y padre de millones de mexicanos que le agradecen como santo patrono la puntual entrega de ayuda social, torrencial y salvadora.
Que esta ayuda sea desperdiciada en alto porcentaje por jóvenes y mayores es lo de menos, porque Andrés Manuel consigue el objetivo electoral que realmente le importa. Aquí debemos evaluar la efectividad real de programas como Sembrando Vida, porque el campo sigue improductivo a nivel global.
En Quintana Roo los once municipios están en poder de la 4T, pero también las 15 diputaciones locales de mayoría, las cuatro diputaciones federales y las dos senadurías en fórmula. Con Mara Lezama en la gubernatura, el relevo será asunto exclusivo de Morena.
La oposición realmente no merece ese término, porque es un club de tímidos espectadores en las gradas, sin derecho a voto y con una voz autocensurada, al ser aguijoneados por el miedo. Como almas en pena, pasan de largo ante todos los asuntos de urgencia colectiva, como si ocurriesen en Medio Oriente.
En estas condiciones de ensueño la 4T tiene todas las condiciones para consolidarse en Quintana Roo. Su aprovechamiento dependerá del talento y destreza de sus políticos y altas figuras burocráticas, porque en toda gran selección hay cracks y figuras del montón que irán a la banca, más temprano que tarde.