Alerta Roja
Javier Chávez Ataxca
Con los casi invencibles colores de Morena, la chetumaleña Elda Xix Euan ha recuperado la diputación federal del segundo distrito para el sur, posición ocupada indebidamente por la cancunense Anahí González Hernández que voló al Senado llevando como segundo a otro cancunense: Eugenio Segura Vázquez, quien este fin de mes soltará la rienda de la poderosa Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
La profesora Elda Xix es diputada local con licencia y sin necesidad de meter el acelerador ganó la batalla por la diputación federal que cubre cinco municipios: Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos y Tulum. Así de fácil ganaron sus antecesoras Anahí González y Patricia Palma Olvera, vencedora en 2018 por el efecto avalancha de la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Para el segundo distrito es ganancia contar con una representante federal de esta región, porque a partir de 2021 perdimos el espacio por el cómodo triunfo de Anahí González, quien ni siquiera pudo votar en este distrito porque tiene su domicilio en Cancún.
Jugando como visitante Anahí González ganó por paliza su diputación federal, porque humilló a los tres chetumaleños de casa que la enfrentaron: José Alberto Alonso Ovando –titular de la Agencia de Proyectos Estratégicos–, Víctor Zapata Vales y Carlos Mario Villanueva Tenorio, hijo del exgobernador Mario Villanueva Madrid.
Ahora Elda Xix tiene su oportunidad en la Cámara de Diputados y de ella dependerá lucir con el impulso de iniciativas y acciones quirúrgicas, tal como hizo el diputado priista Víctor Alcérreca Sánchez, quien tuvo su curul federal a partir de 2003 y estuvo en la antesala de la candidatura mayor para relevar al gobernador chetumaleño Joaquín Hendricks Díaz, quien prefirió al joven cozumeleño Félix González Canto.
La profesora Elda tiene como suplente a la senadora cancunense Marybel Villegas Canché, cuyo nombre fue deslizado con insistencia como el efectivo para abrir fuego como diputada federal en distrito ajeno –al estilo Anahí González–, pero a Marybel la aguarda otra encomienda en el equipo de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
La calidad política no depende de la combinación de cromosomas, sino de la destreza que se va afinando con el paso de los años. Por ello hay que festejar que otra mujer sea diputada federal por el segundo distrito, sí, pero su llegada a esas posiciones tiene que ser un medio, no un fin en sí mismo.