Déjame te Cuento
Ángel Solís
En el Partido Acción Nacional no aplica la frase de AMLO de que “amor con amor se paga”, y la ex presidenta municipal de Playa del Carmen, Lili Campos Miranda, ya lo probó en carne propia ya que el partido blanquiazul sacó a su suplente Kira Iris San de la regiduría, a la que renunció la rubia ex alcaldesa para cederle su lugar a quien fue su brazo derecho en el ayuntamiento solidarense.
Ni los poco más de 49 mil votos obtenidos en la pasada elección local sirvieron para que quienes mandan en el partido blanquiazul respetaran el acuerdo: que la abogada Kira Iris ocupara la silla que dejó vacía Campos Miranda en la toma de posesión de la morenista Estefanía Mercado, el pasado 30 de septiembre.
Esto es un machatazo por la espalda para la única joaquinista que quedaba en pie, comandando un gobierno municipal de oposición.
En Quintana Roo el PAN y su dirigente estatal Reyna Tamayo Carballo están entregados a la 4T, pero no necesitan portar el clásico chaleco guinda para mostrar “de qué lado masca la iguana”.
Lili Campos tuvo su oportunidad de dar el salto y entrar por la puerta grande a la 4T, ya que antes de iniciar el pasado proceso electoral fue invitada por el Partido Verde para acompañar en la fórmula al Senado a Eugenio “Gino” Segura Vázquez, invitación que rechazó porque inocentemente creyó contar con el apoyo del PAN y del PRI para buscar la reelección, donde dicho sea de paso fue arrollada por la maquinaria guinda.
Al final el resultado electoral fue abismal, ya que Estefanía Mercado se alzó con el triunfo con una diferencia de más de 26 mil votos. Pese a este revés, Campos Miranda le entregó a la alianza PRI-PAN seis posiciones en el Cabildo solidarense, presentando su renuncia a la regiduría horas antes de rendir protesta para negociar la llegada de su suplente, la abogada y contadora Kira Iris San.
Pero el respeto de este acuerdo entre Campos Miranda y el PAN no llegó ni a los dos meses, ya que este martes el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) le quitó a Kira Iris San su posición como regidora en el Cabildo de Solidaridad para entregársela a la panista Danna Ramírez Saldaña, al considerar que ante la falta absoluta de la propietaria de la regiduría esta debía cubrirse llamando a la siguiente persona propietaria en la lista de la planilla electoral del PAN.
El asunto deberá ratificarlo o rechazarlo en las próximas horas la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) o en su caso la Sala Superior del mismo Tribunal. El hecho es que el partido blanquiazul que la llevó al poder ahora busca borrar todo lo que huela a Lili Campos.
Mientras algunos panistas andan hambreados y urgidos de colgarse de alguna nómina municipal, su partido va directo al mismo lugar que hoy ocupa el PRD.
Resignados a sobrevivir con el tres por ciento de la votación que exige el IEQROO, patean su suerte y solamente esperarán su muerte, como lo hizo durante algunos años el partido del Sol Azteca.
Mientras esto sucede, la ex alcaldesa playense busca nuevos horizontes políticos y lo más probable es que pretenda entrar ahora a Morena, aunque sea por la puerta de atrás, por haber rechazado la invitación de pintarse de Verde de Jorge Emilio González Martínez, “El Niño Verde”.
Lo que es un hecho, es que Lili Campos, que juró lealtad a la pareja PRIAN que la llevó al poder y soñaba con ser su candidata a la gubernatura en el 2027, hoy no tiene cabida en ninguno de ellos.
Solo le queda vestirse de guinda o en el último de los casos de naranja, para conservar su capital económico y sobre todo su libertad.