Chetumal, 1 de junio
Anwar Moguel
En una acción turbia que causó gran indignación entre la comunidad estudiantil, la presidenta del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos (CESA) del Instituto Tecnológico de Chetumal (ITCH), Rosemary Cristal Martínez Andrade, renunció a su cargo por razones desconocidas, cediendo su lugar al alumno de ingeniería civil, Raymundo Alfredo Garduño Rivera, quien de acuerdo a información vertida por estudiantes del Tecnológico aspiraba a esa posición pero no pudo contender por la presidencia por tener materias reprobadas.
La renuncia de la presidenta del CESA que apenas tomó protesta el pasado 23 de febrero, llamó la atención de propios y extraños porque se manejó en total hermetismo, mientras que la designación del nuevo líder estudiantil se hizo en lo oscurito, a espaldas de los estudiantes.
De acuerdo a un comunicado emitido por la sociedad de alumnos, Rosemary Martínez presentó su renuncia desde el 13 de mayo, supuestamente por el motivo de enfocarse en su carrera estudiantil, renuncia que fue aceptada después de un “exhaustivo análisis” por parte de los miembros del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos.
En el mismo comunicado se señala que, de manera unánime, fue electo en sustitución de la presidenta el joven Raymundo Garduño Rivera, sin involucrar en dicha decisión al estudiantado que votó por la candidata “Juanita” en el proceso de elección, celebrado a principios de diciembre del año pasado.
Sin embargo, la intempestiva renuncia de la presidenta estudiantil se dio en medio de una turbulencia conocida por todos los alumnos del ITCH, ya que a través de cuentas falsas en redes sociales emprendieron una guerra sucia contra la joven acusándola de tener una relación sentimental con un entrenador del Instituto, noviazgo que inició cuando el ahora trabajador del Tecnológico era estudiante, al igual que ella.
Según los alumnos, dichos ataques injustificados e inmorales fueron los que provocaron la renuncia de la joven, dejando el camino libre para Raymundo Garduño, quien a decir de los estudiantes era el “delfín” del anterior dirigente estudiantil, Christian Cabrera Sánchez, y de la propia directora, Estela Rivera López, para ocupar la presidencia del CESA.
Pero Raymundo estuvo imposibilitado para encabezar la Planilla Naranja debido a que no era un alumno regular y tenía materias reprobadas, por lo que decidieron lanzar a la cabeza a Rosemary Martínez, alumna de excelencia, como una especie de “Juanita” que les permitiera ganar las elecciones para después desecharla y dejar en su lugar al candidato que tenía ya el visto bueno de la dirección del plantel.
La estrategia funcionó a la perfección y desde el jueves 27 de mayo Raymundo Garduño despacha como presidente de la Sociedad de Alumnos, a pesar de no haber sido electo en las urnas y de no contar con el respaldo del grueso del estudiantado.
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