Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Novata en la alta burocracia, la chetumaleña Karla Almanza López ha quedado pequeñita ante su desafío como Secretaria de Desarrollo Económico, una dependencia que ha garantizado el desarrollo económico de sus titulares, pero hasta ahí, porque no aparecen los grandes proyectos estratégicos en la dependencia donde dejó huella muy negativa otra chetumaleña: Rosa Elena Lozano Vázquez.
La joaquinista Rosa Elena es recordada por su proyecto de polvorón: el Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico, ubicado a la entrada de la capital. Ese Recinto fue un fraude que demostró la incompetencia de la chetumaleña y dejó muy mal parado al gobernador Carlos Joaquín González, quien se tragó el cuento de Rosa Elena y sumó otro fierro viejo a su contabilidad sexenal.
Van algunos objetivos del Parque de Rosa Elena, presumidos ante Carlos Joaquín sin explicarle que el mismo proyecto fue bateado por su antecesor Roberto Borge, según reveló en su momento mi amigo periodista Rubén Vizcaíno Aguilar:
Reactivar la economía de la zona sur; diversificar la economía de Quintana Roo, preservar y generar empleos directos e indirectos, incrementando la contribución del estado al país, en materia de importación y exportación nacional.
Este régimen consiste en el ingreso de mercancía extranjera, nacional o nacionalizada a un inmueble para el “manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación o reparación, con el beneficio de no pagar los impuestos al comercio exterior ni cuotas compensatorias”.
Karla Almanza tiene que hacer un corte de caja, presentando el estado actual del inservible Parque Industrial cuyo fracaso fue anticipado por Rubén Vizcaíno, quien reporteó el tema con empresarios de la capital y expuso los resultados conmigo en Periodistas de Caza, transmitido por Radio Maya Internacional.
Hacer caminar a la Secretaría de Desarrollo Económico es el reto ineludible para Karla Almanza, quien estudió Sistemas Comerciales en la Universidad de Quintana Roo y por 15 años fue gerente de Liverpool en Chetumal, pero dirigir una tienda departamental no se compara con la compleja exigencia de la Secretaría de Desarrollo Económico, donde todos han fracasado.