CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
La oposición es una arrimada en el Congreso, pero permanece así porque quiere. El diputado panista plurinominal Ángel Álvarez Cervera se pasa de angelical, porque el desconocido chetumaleño no impone agenda y es adormecido por la lenta corriente, al igual que su coordinadora y dirigente estatal cancunense Reyna Tamayo Carballo, también pluri.
Ángel Álvarez no tiene excusa para su cómodo anonimato que no le impide cobrar su quincena y de paso recibir unos cuantos miles para su oculta casa de gestión, como el resto de diputados.
El chetumaleño tiene que hacer a un lado el cobertor y asumir sus funciones, siguiendo el ejemplo de panistas chetumaleños que sacaron la casta en el Congreso de Punta Estrella, como José Hadad Estéfano y Mario Rivero Leal, ambos fuera del partido por decisión propia.
La oposición tiene escasas posiciones y se salva por el premio de consolación de las plurinominales que le permiten una presencia simbólica, pero está en ellos ponerse en posición de combate, como hizo en su momento el diputado pluri perredista Tomás Contreras Castillo. Este magistral doctor cancunense traía marcando el paso a los priistas en la séptima legislatura, al inicio del gobierno de Mario Villanueva.
El priista pluri playense Filiberto Martínez Méndez tampoco se asoma, mientras el naranja José Luis Pech Várguez tiene presencia intermitente. Pero ellos están solos, a diferencia de los dos panistas que forman bancada y pueden plantarse en la cancha para salvar el honor, pero olvidan que son la oposición ante la poderosa 4T.
