CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
Carlos Manzo Rodríguez era alcalde independiente de Uruapan (Michoacán) y sicarios lo mataron anoche en el Festival de las Velas, una ceremonia del Día de Muertos.
Los malvados lo tenían en la mira porque había decidido combatirlos, algo inusual en nuestros políticos de todos colores que no se involucran en el combate a los criminales o pactan con ellos, por miedo o por dinero a manos llenas.
Reportan que alcanzado por las balas permanece en estado crítico el regidor Víctor Hugo de la Cruz Saucedo y un escolta de Carlos Manzo. En el sitio mataron a un pistolero agresor (ni una lágrima por él) y otro fue capturado; su versión permitirá saber quién o quiénes ordenaron la muerte de este valiente mexicano que arriesgó su vida y la de su familia para cumplir su misión, y acabó en la tumba.
Michoacán es mal gobernado por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla, quien se ha arrodillado ante los malvados que hacen de las suyas en la tierra del Presidente Lázaro Cárdenas del Río, cubierta de sangre inocente. Muchos aguacateros y limoneros han muerto o no les dan vida en ese estado por negarse a pagar “derecho de piso”.
A Carlos Manzo no lo cuidó el gobierno y su muerte es un duro reproche para Morena y para un Ejército metido de lleno en labores ajenas, como explotar el Parque del Jaguar en Tulum y dar otra estocada a la crisis turística en nuestro paraíso del Caribe.
La política consentidora del Presidente Andrés Manuel López Obrador, con sus “abrazos, no balazos”, demostró su fracaso porque a las nauyacas no debes darles la mano. Una política blandengue es vista como signo de debilidad e incluso cobardía por los desalmados de los cárteles y otras sociedades del crimen, lamentablemente exitosas.
El video es de Noticias Telemundo.






