Haydee García
En Quintana Roo los servidores públicos más déspotas son los del nivel educativo, empezando con la Secretaria de Educación en Quintana Roo, Ana Isabel Vásquez Jiménez, quien ya tiene las maletas listas para regresar a su natal tierra Xalapa, Veracruz.
Al parecer ya está instalando su nueva escuela en Xalapa. No sería ni la primera ni la última en irse del estado tras llenarse los bolsillos de dinero del pueblo. Vaya que ahorró mucho mientras los trabajadores de la educación carecían en pandemia.
Vásquez Jiménez, desde su llegada a la secretaría hace dos años, lo primero que hizo además de despedir es recortar sueldos y prestaciones de los empleados de confianza, de una manera arbitraria.
Hoy en día en Quintana Roo se vive una “dictadura”, pues los servidores públicos se sirven con la cuchara grande y se pasan por el arco las leyes e incluso el manual de normas y procedimientos de Administración Pública del Estado.
Son varios integrantes del gabinete en turno y del aborrecido “Gobierno del Cambio” que han creado puestos a su antojo y han ingresado a la nómina a varios personajes sin escrúpulos que solo llegan a maltratar a sus compañeros.
La Secretaría de Educación en Quintana Roo no es la única dependencia que masacró a sus empleados y creó puestos fantasmas para alzar el ego de sus titulares.
También el Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos (IEEJA), donde por años jamás existió la secretaría particular, puesto que se creó en este sexenio, y hasta hoy causa descontento entre las jerarquías absurdas, puestos sin sentido.
Y como decía el historiador inglés Lord Acton, “Con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar.”