
Hoy, Chetumal amaneció nuevamente alborotada.
Y no es por algo que tenga que ver con la nota roja, a eso ya nos acostumbramos. Antes, esos sucesos solían producirnos sobresaltos, muchos no conciliábamos el sueño pensando el día en que esa desgracia se volviera una costumbre. El día llegó hace algún tiempo. Y es tan común, que ya ni nos va ni nos viene. Como una especie de autodefensa para no volvernos locos, anteponemos los gruesos muros de la indiferencia. Hasta que nos toque, claro. Mientras, que el mundo ruede entre ese tipo de desgracias.
Hoy, fue algún alto mando del IMSS al que le dio por adquirir sus 5 minutos de fama metiendo la pata.
Se le ocurrió ponerle un cerco al amplio espacio al aire libre que antecede a la entrada de la clínica.
Y que arde Troya.
Las inconformidades se fueron acumulando desde muy temprano a tal grado que a estas horas ingresas a las redes sociales y es noticia de primera plana.
El responsable del entuerto seguramente está que no encuentra ni su esquina. Claro, si es que de vez en cuando ingresa cierta lucidez a su conciencia. Generó un borlote totalmente innecesario y ahora deberá enmendar la falla.
A menos de que, al mejor estilo de los “grillos” del patio, haga como que la virgen le habla y se envuelva con la cobija del cinismo para no reconocer el chico lío en que está metido.
(Foto: Mauro de los Santos)






