ONCE PASOS
Javier Chávez Ataxca
El chetumaleño es el principal culpable del estado vergonzoso del primer cuadro de nuestra capital, anémica en atractivos y desplazada por plazas comerciales como la de las Américas, ubicada en la avenida de los Insurgentes a la altura de la pésima clínica del ISSSTE. Y no la salva ni la categoría artificial de “Barrio Mágico” otorgada por el Secretario federal de Turismo, Miguel Torruco Marqués.
Hay una inercia que favorece a las plazas comerciales porque en ellas se ubican tiendas departamentales y de autoservicio –como Liverpool y Chedraui–, incluidas cadenas de cines. Por ello la plaza de las Américas fue un hormiguero en temporada decembrina, mientras contados chetumaleños se atrevían a recorrer la decaída Héroes.
Pero hay un factor que deben comprender los urbanistas y es el tema de los estacionamientos, abundantes en plazas comerciales y prácticamente inexistentes en el primer cuadro de Chetumal, punto negativo cuando invitas a desayunar a ancianitos con dificultades para caminar.
Mantener oficinas en el centro de Chetumal es una insensatez porque es misión casi imposible encontrar estacionamiento entre un río de automovilistas que ocupan los limitados espacios.
Hago esta columna mientras recorro la Héroes y me sorprende encontrar una trampa mortal entre Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Es un agujero en plena acera y la tapa robada es de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), porque a menos de un metro se observa una toma de agua.
En el gobierno de Roberto Borge Angulo fue remodelada la avenida de los Héroes y las únicas beneficiadas fueron las empresas que captaron los 115 millones de pesos mal invertidos. Entonces se alentó la ilusión por el renacimiento de esta céntrica avenida que fue el corazón de la fayuca por décadas, pero el deterioro sigue y sigue.
El tema queda abierto.