CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
Hace seis años el cáncer venció a nuestro excepcional alcalde capitalino Hernán Pastrana Pastrana, quien con los colores del PRI gobernó a partir de 1978, en la cúspide y culminación del mandato del gobernador chetumaleño Jesús Martínez Ross.
Con la casaca de Morena retornó por breve tiempo en 2018, con Carlos Joaquín en el trono del Olimpo y en un escenario político alterado, ya demolido el PRI y con otros protagonistas no tan eficaces pero eso sí, muy voraces en asuntos de billetes.
Don Hernán materializó su sueño de gobernarnos de nuevo, sumando su prestigio a la causa del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien hizo ganar a casi todos sus candidatos para dejar herida de muerte a la oposición que aún no abandona el área de terapia intensiva.
El alcalde morenista ya había enviado graves señales por su deteriorada salud y alcanzó a cumplir 79 años en la silla de la avenida Álvaro Obregón.
Lamentablemente el relevista Otoniel Segovia no estuvo a la altura y su período fue desastroso, aunque la marca Morena resiste eso y más.
Don Hernán fue mi amigo y me consta su amor por su tierra y por su gente, condición básica para dedicarse a la política.
Aseguran que su primer mandato concluido en 1981 fue de resultados, con la clase política del PRI en su apogeo cuando José López Portillo estaba por despedirse de la Presidencia.
Fue como esos viejos boxeadores que retornan al cuadrilátero para despedirse, con todos los honores merecidos.