CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
Los partidos políticos tienen que competir con sus figuras de casa, tal como hizo el PRI por décadas. Pero en Morena hay campo abierto para admitir incluso a sus rivales recientes.
Un caso muy visible es el de Paoly Perera Maldonado, quien fue alcaldesa del PRI de 2016 a 2018, pero fue derrotada por el Chak Meex José Esquivel Vargas al intentar la reelección, apoyada entonces por el Verde Ecologista y Nueva Alianza.
Laura Fernández Piña —candidata del PAN y PRD a la gubernatura en 2022— se salió con la suya para imponer a Paoly como candidata a diputada local, pero fue aplastada por el morenista José María Chacón Chablé.
Directora del Instituto Tecnológico Superior de Felipe Carrillo Puerto, desde esa posición Paoly edifica su candidatura para relevar a la morenista Mary Hernández Solís, quien ya utilizó su boleto de reelección y ahora es aspirante a la gubernatura.
Que Paoly sea carta fuerte del partido fundado por Andrés Manuel López Obrador habla bien de ella y mal de los cuadros locales de Morena, porque los ridiculiza al mostrar sus enormes limitaciones.
En la imagen de candidatas aliadas en 2022 vemos a Paoly Perera y Laura Fernández.
