Alerta Roja
Javier Chávez Ataxca
Casi todos hemos pasado sin ver el infierno resistido por el periodista quintanarroense Héctor Valdez en el penal de Santa Martha Acatitla –en la Ciudad de México–, donde permanece desde noviembre de 2020 por un delito de violación fabricado por decisión superior cuando corría el mandato del gobernador Carlos Joaquín González, antecesor de la morenista Mara Lezama.
Leo en Quadratín que hace meses le fue diagnosticada neumonía, pero Héctor no recibió tratamiento porque la autoridad penitenciaria no movió un dedo. Y ahora fue internado por un cuadro de tuberculosis que pone en riesgo su vida, sin que haya una reacción contundente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de otras autoridades.
El combativo periodista desarrolló su labor en Tulum y tocó intereses de poderosos. Agredido y al recibir amenazas de muerte, el mecanismo de protección a periodistas lo desplazó a la Ciudad de México y Héctor expuso su caso y el fruto de sus investigaciones ante el Presidente Andrés Manuel en su Mañanera.
Meses después le fue abierta la carpeta de investigación en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México por delito de violación, pero con muchas zonas nebulosas y contradictorias que piden una reapertura del caso armado precipitadamente en tiempos de la Cuarta Transformación, buena para echar toda la culpa a los neoliberales.
Desde noviembre de 2020 Héctor Valdez permanece en el penal de Santa Martha Acatitla y ha soportado amenazas de muerte, pero ahora batalla contra la tuberculosis que pone en riesgo su vida.
Conocí a Héctor Valdez en Chetumal, cuando laboró en los 90 en el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS). También lo recuerdo participando en las “redes amigas” del senador priista chetumaleño Eduardo Ovando Martínez, quien en 2004 luchó para ser candidato a la gubernatura y fue vencido por el cozumeleño Félix González Canto en la elección interna.
Hay que estar muy atentos a la doble batalla del periodista quintanarroense Héctor Valdez, quien lucha contra la injusticia y contra una enfermedad muy peligrosa, como es la tuberculosis.
El periodista quintanarroense tiene que reaccionar, manteniendo la guardia en alto.