CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
El “destape” de Don Jesús Martínez Ross como primer candidato del PRI a la gubernatura –palomeado por el Presidente Luis Echeverría Álvarez– incluyó la certeza de que estábamos ante el futuro soberano de Palacio de Gobierno y sí, mandó a partir de 1975. Lo mismo ocurrió con Pedro Joaquín Coldwell, Miguel Borge Martín y Mario Villanueva Madrid, en 1993. Entonces la política era cosa de hombres, todos del PRI.
El reloj electoral de Quintana Roo ha retrocedido hasta 1975, porque Morena con sus aliados puede decidir sin presiones el nombre del elegido o elegida con la certeza de arrasar sin meter el acelerador; el suyo será un relajado trote en el Parque del Queso, deteniéndose para conversar mientras lo persigue un par de tortugas.
Es determinante la fortaleza de Morena, nutrida por los verdes; unidos son acorazados invencibles, dominando todas las posiciones políticas y aquí meto en la misma canasta a la dirigencia estatal del PAN, con su diputada amiga Reyna Tamayo Carballo.
Otro factor a su favor es la ausencia de adversarios combativos en el PRI, PAN y Movimiento Ciudadano, cuyo divisionismo es otro clavo en su ataúd.
Perdida para ellos la gubernatura, Movimiento Ciudadano es el único que puede salvar el honor en tres municipios: Lidia Rojas Fabro (Chetumal), Jorge Portilla Manica (Tulum) y el Xiximac Francisco Puc Cen, en José María Morelos.
La guardia alta de los tres excandidatos naranjas obligará a Morena a depurar su lista, eliminando los bultos que ganan por el color guinda. Por ello parece inminente un encontronazo entre Lidia Rojas y la Secretaria de Educación, Elda Xix Euan.
En la imagen tenemos a Jorge Portilla, Lidia Rojas y Francisco Puc, Xiximac.






