Tienen una lectura distorsionada quienes dan por hecho que la diputación federal es de nuevo pasaporte automático a la candidatura estelar al gobierno del estado, hablando exclusivamente del PRI, ya que la oposición (PAN y PRD) tiene tonos cadavéricos.
Porque es evidente que el PRI –en alianza con el Verde Ecologista – es amplio favorito para triunfar en los tres distritos electorales con cabecera en Chetumal, Playa del Carmen y Cancún. Tan sólo en este polo turístico la elección sería más competida, ya que nuestra oposición se ha concentrado en esa región del estado, aprovechando esporádicamente el voto anti PRI, generado por las persistentes oleadas migratorias.
Pero dar por hecho que la diputación federal abre todas las puertas es un error descomunal, ya que esta posición puede lesionar severamente a un político que proceda contra las mayorías, como ocurrió con el chetumaleño Raymundo King de la Rosa, quien fue obligado a votar a favor de la homologación del IVA –aumentó del 11 al 16 por ciento–, perjudicando a los estados fronterizos.
Ello no significa que Raymundo King esté fuera de la competencia, pero el sentido que dio a su voto en aquella ocasión compromete severamente sus aspiraciones, por lo que tendrá que batallar muy en serio para mantenerse a flote como opción del sur, al igual que el alcalde capitalino Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien se ha aplicado al máximo en una situación financiera tan adversa.
A nivel de alcaldes, el liderazgo indiscutible lo mantiene Mauricio Góngora Escalante en Solidaridad. El ex titular de Hacienda ocupa una posición muy delicada y que exige al máximo a cada paso, siendo capaz de descarrilar al político más fraguado en estos escenarios.
Ser presidente municipal de un polo de desarrollo turístico tan exitoso como envidiado tiene sus ventajas, ya que de entrada otorga a Mauricio Góngora el dominio de los procedimientos y maniobras que deben hacerse en lo cotidiano en la primera instancia de representación ciudadana, donde se tiene que enfrentar lo que tanto irrita y satisface a la población.
Y mientras la oposición permanezca muy cómoda en su féretro, el PRI tendrá un abanico de opciones que van más allá de los diputados federales y alcaldes, sin descartar al Senador Jorge Emilio González Martínez, alias “El Niño Verde”.
