Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Si a una esclava llamada Cautiva la nombras Libertad, el cambio de nombre en sí mismo no rompe sus pesadas cadenas. Lo mismo ocurre con la Universidad de Quintana Roo, cuya autonomía le fue obsequiada por el gobernador Carlos Joaquín en el anochecer del mandato como se lanza a la calle a un niño de ocho años para ir a la conquista del mundo.
La reciente elección de Consuelo Natalia Fiorentini Cañedo como rectora demuestra que internamente la comunidad universitaria no puede ponerse de acuerdo con altura de miras, ya que abundan los cuchillos afilados y los intereses de tribu que combate aborígenes vecinos con el interés personal o grupal como alta prioridad, porque el proyecto universitario vale para ellos menos que un kilo de papas.
Por ello la gobernadora Mara Lezama tuvo que intervenir en la etapa decisiva para entregar el cetro a la doctora Natalia Fiorentini, ideal para la misión que no admite tregua por la mediocridad del desempeño de su antecesor joaquinista, Francisco López Mena.
Todos los mandos con voto controlados por el gobierno del estado tienen que ser retirados para dar ese giro de 180 grados que permita la verdadera autonomía a nuestra Universidad. Pero esta autonomía no debe serle entregada para que sea un festín de abejas africanizadas cuya toxicidad acumulada gangrene más al luminoso proyecto aterrizado en nuestra capital por el gobernador Miguel Borge Martín, a principios de la década de los 90.
La Ley Orgánica de la Universidad debe ser modificada para que ellos tomen la rienda, pero esta reforma no se tiene que agotar en la elección de mandos porque tiene que incluir una revisión con cambios de fondo en el proyecto universitario, ya que esta casa de estudios se ha ido desinflando en calidad y ya está muy lejos de la excelencia educativa.
Los catedráticos deben ser autocríticos para reconocer los males que afectan a los estudiantes, manteniendo a salvo sus privilegios y conquistas laborales. Por ello es una muy buena noticia la designación de Natalia Fiorentini, Doctora y Licenciada en historia por la UNAM y profesora investigadora de tiempo completo en la UQROO de Playa del Carmen al momento de su elección.
La gobernadora lopezobradorista Mara Lezama no tuvo más opción que intervenir por el bien de nuestra Universidad anclada en el Boulevard Bahía y vecina del no Centro Internacional de Negocios y Convenciones.