CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
Partidos dominantes y protagónicos por muchas décadas en Quintana Roo, PRI, PAN y el casi difunto PRD son un club de mendigos cosecha plurinominales. Su realidad es una tragedia, porque obtuvieron sonadas victorias y se fueron desinflando por dos causas: errores propios y la llegada del fortachón Morena que gana en todos los frentes, a menudo sin lanzarse a fondo, como ocurre en Cancún.
El PRI cuenta con escasas figuras que han accedido con mucho sufrimiento a las posiciones plurinominales. El exalcalde playense Filiberto Martínez Méndez es su único diputado local, pero ha sido silenciado por el Fiscal General Raciel López Salazar y a duras penas se asoma. Si tío Fili se pone rebelde, el señor Fiscal lo amaga con un expediente equis.
De sus regidores no hay la mínima noticia, pero María Fernanda Alvear –su excandidata a la alcaldía de Puerto Morelos y regidora– radica en Mérida desde hace varios meses; su posición está desperdiciada, un lujo que no puede permitirse el PRI porque ha dejado hacer y deshacer a la alcaldesa verde Blanca Merari Tziu Muñoz.
En el frente del PAN su figura más suertuda es la senadora Mayuli Martínez Simón, quien conservó su escaño de consolación por el principio de primera minoría al ser su fórmula de nuevo derrotada, ahora por “la indígena” Anahí González Hernández y Eugenio Segura Vázquez, ambos de Morena.
El PAN también cuenta con dos diputados locales plurinominales: su dirigente estatal cancunense Reyna Tamayo Carballo y el chetumaleño Ángel Álvarez Cervera. Pero de los dos no se hace uno, porque pasan sin ver en todos los temas del Congreso local.
PAN y PRD ganaron la gubernatura en 2016 con el candidato externo expriista Carlos Joaquín, verdugo del PRI por vez primera en la historia. Pero estos partidos tan sólo probaron los bocadillos del suculento banquete y tuvieron un humillante despertar, atrapados en una pesadilla de la vida real porque ya no son rivales de peligro para Morena y su convenenciero aliado: el Verde.
En la imagen tenemos en primer plano a Reyna Tamayo y al fondo vemos a Ángel Álvarez, un ángel de la guarda para la 4T.






