Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Atrapado en el Viejo Oeste de Jesse James, el forastero Óscar Montes de Oca como Fiscal General de Quintana Roo motiva al pueblo bueno con una recompensa de millón y medio de pesos para localizar a la niña Fernanda Cayetana Canul Blanco, vista por última vez el 21 de julio del año pasado en la zona continental de Isla Mujeres, cerca de Cancún.
El taquero Marcos Antonio Cauich Adrián ha sido el principal sospechoso desde el inicio y escapó de inmediato, alimentando la certeza de su culpabilidad. Entonces el señor Fiscal ofreció un millón de pesos de recompensa para dar con su paradero, y el 11 de noviembre fue localizado y aprehendido en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Cuentan que el Fiscal se negó a entregar la recompensa, aunque la labor la hizo la madre de la pequeña y el pitazo lo dieron los chiapanecos. Y ahora Montes de Oca vuelve a la carga con una recompensa mayor para que el pueblo haga de nuevo el trabajo de la Fiscalía, institución que puede apoyarse en otras fiscalías de la región.
Según los datos oficiales que han fluido, el taquero sigue prisionero y la Fiscalía habrá obtenido por la buena los datos en poder de quien dio empleo a la niña de 12 años, tan motivada por ahorrar su sueldito para comprarse un celular.
Ofende la incompetencia de la toluqueña María López Urbina –en foto de archivo con Montes de Oca–, quien sin salir de Cancún cobra como titular de la Comisión de Búsqueda de Personas de Quintana Roo, defraudando a la gobernadora Mara Lezama que la instaló en la posición exigente de carretillas de sensibilidad, porque hay que empaparse del dolor de los familiares que buscan a sus hijos, hermanos, padres y parejas.
La única recompensa justificable tiene que ser lanzada por el Fiscal para localizar a María López Urbina, titular de la Omisión de Búsqueda.