Alerta Roja

La Presidenta Claudia Sheinbaum con su Mañanera del Pueblo en Chetumal

CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca

Siempre será positivo que un Presidente de la República tenga a Quintana Roo en su agenda de altísimas prioridades, y más que la morenista Claudia Sheinbaum haya elegido a Chetumal, nuestra capital anclada en un sur adormitado y ampliamente superado por las potencias turísticas del norte, a partir de Tulum.

Pero aquí lo importante es lo que el gobierno federal siga edificando, porque la obra en construcción se la debemos al expresidente tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y vemos con esperanza que su sucesora va por ese camino, también muy cercana a la gobernadora morenista Mara Lezama que aprovechó el foro y hasta se lució. 

Hasta los tiempos del priista mexiquense Enrique Peña Nieto el Presidente era un ser divino e inaccesible, como una especie de Papa saludando miles de fieles a lo lejos. El panista Vicente Fox intentó romper ese molde y no llegó tan lejos, pero López Obrador abrió las compuertas de la accesibilidad y entonces comprobamos que estos seres también van al baño y sufren por una mala digestión.

La Mañanera le sirvió a AMLO para sus fines propagandísticos y de auto defensa y ese formato lo mantiene Claudia Sheinbaum, quien ayer presentó su Mañanera del Pueblo en el hangar de la Armada y dio jugada a periodistas de casa. Uno de ellos fue David García, quien tuvo una intervención digna de reconocimiento.

Un episodio fuera de guion ocurrió cuando Omar García Harfuch presentaba las cifras alegres de su Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, porque el piloto de una aeronave hizo una maniobra de aterrizaje e interrumpió al encarrerado Harfuch, incomodando a la Presidenta. No era para menos, porque la Mañanera es una misa para el “pueblo bueno”.

Presente en el sitio preciso, el reportero Edi Bonilla aclaró que no era un pasajero del montón el que llegaba en el Bell 412 de nuestra Fuerza Aérea: el General Ricardo Trevilla Trejo, Secretario de la Defensa Nacional. 

Hay que seguir muy de cerca un proyecto en gestación de Claudia Sheinbaum: extender el Tren Maya a Guatemala y tentativamente a Belice.

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