El Congreso de Quintana Roo tiene convenios con 53 periodistas y medios de comunicación y eroga cada mes 2 millones 615 mil 762 pesos, según datos revelados y hasta presumidos por el Presidente de la Gran Comisión del Congreso, Eduardo Martínez Arcila. Si esta bolsa se distribuye al parejo para cada periodista o medio, cada proveedor recibe 49 mil 354 al mes por servicios publicitarios.
Y es aquí donde la transparencia de nuestro Congreso tiene su flanco vulnerable y hasta injusto, ya que mete en la misma canasta a todos los periodistas, aunque con toda la justificación del mundo aquel reciba 5 mil y el otro 150 mil, dependiendo de la fortaleza del medio o del posicionamiento del periodista.
El Congreso ha lanzado la lista de los 53 periodistas y medios y publicó el monto global de 2 millones 615 mil 762 pesos, dejando en posición vulnerable a la mayor parte de los colegas porque no hay una precisión del monto asignado en los convenios que son perfectamente válidos, aunque en el pasado inmediato algunos hayan atacado a nuestros compañeros –incluido un servidor– con un costal de leperadas, desembocando hoy en esta lista como las monjas de Arcila, si se quiere ser juguetón con estos términos de tacón dorado y perfume escandaloso.
El panista Eduardo Martínez Arcila ha dado un paso muy importante con la transparencia, pero esta debe ser la de un campo nudista para que en el ánimo colectivo no se tenga la impresión de que cada periodista o empresa cosecha mensualmente 49 mil 354 pesos.
Publicar la lista completa –oficialmente completa– no es un acierto periodístico porque aporta gasolina al linchamiento de nuestros compañeros y medios de comunicación que fueron tocados por una transparencia que nuestro Congreso local aplica a su conveniencia, declarando granos de trigo y ocultando toneladas de avena.
Los periodistas debemos aplaudir la transparencia, y debe ser superada la creencia de que los convenios de publicidad son un invento del diablo, ya que son acuerdos entre clientes y prestadores de servicios.