CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
Una manifestación justa del magisterio quintanarroense se ha retorcido por la radicalización del movimiento que ha desbordado a sus repentinos líderes, en la defensa original contra la reforma a la Ley del ISSSTE ya retirada por la Presidenta Claudia Sheinbaum, pero sin que los maestros retornen por completo a las aulas aquí en Quintana Roo.
En las primeras horas del día bloquearon la carretera federal para impedir la entrada y salida de Chetumal. A cientos de automovilistas se les desbloqueó el recuerdo de la prolongada calamidad provocada por las obras del Tren Maya, cuando era un suplicio de horas el ingreso a nuestra capital.
La medida de presión de los trabajadores de la educación es suicida, porque harta a miles de quintanarroenses que han simpatizado con su movimiento o que al menos han mantenido una postura tibia.
El bloque de maestros ya ha recurrido a manifestaciones inaceptables. El pasado tres de abril tomaron la caseta de la autopista Cancún-Mérida y levantaron las plumas para permitir el paso a los conductores sin pagar. Es un delito digno de más reproche cuando los autores son maestros, encargados de la formación educativa de miles de niños y jóvenes.

El Comité Central de Lucha y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación tienen que adoptar una postura sensata para negociar con seriedad con el gobierno del estado, aterrizando sus peticiones para solucionar el prolongado e injustificable conflicto.
Montados en su macho, estos maestros se llevan entre las patas el ciclo escolar, mientras ellos siguen cobrando puntualmente sus quincenas.
La mayor presión la soporta la Secretaria de Educación, la chetumaleña Elda Xix Euan, cuyo gremio en rebeldía afecta a Quintana Roo.
El video es cortesía del destacado periodista chetumaleño Mauro De Los Santos.