Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
Protegido por la Dirección de Fiscalización del Ayuntamiento capitalino, el dueño de una empresa familiar que elabora frituras ha contaminado peligrosamente con sus vapores tóxicos a un sector del humilde fraccionamiento Caribe, acentuando males pulmonares de ancianos chetumaleños y afectando niños, según testimonio de una madre dominada por la impotencia porque ha tocado puertas en el Ayuntamiento, chocando con piedras.
En ciertas horas es insoportable el tufo del chile habanero y jalapeño, porque el emprendedor que tiene su negocio clandestino en la calle Curacao 319 –entre avenida Chetumal y Naranjal– utiliza leña para elaborar enormes cantidades de frituras que distribuye en decenas de tiendas de Chetumal y la zona sur, donde abundan sus platanitos y productos diversos.
Soportar por meses las emanaciones tóxicas tiene efectos muy graves en la salud de las modestas familias, indefensas ante este influyente que tiene sus contactos con los altos mandos de la Dirección de Fiscalización, Inspección de horarios y comercio en vía pública del Ayuntamiento capitalino, quienes colocan sellos de clausura de adorno porque no tapan los accesos.
Una profesora que tiene a su hija con problemas de salud por la prolongada exposición al humo ha tocado puertas en el Ayuntamiento capitalino, chocando con piedras en el insensible laberinto burocrático.
Detalla que el olor irritante brota con frecuencia a partir de las 12 horas hasta las cuatro de la tarde, y en las noches queman leña y cocinan de 11 de la noche a dos de la madrugada, mientras los fiscales del Ayuntamiento cierran los ojos reportando un “sin novedad, jefe”, por incompetencia o complicidad.
“Veo muchas incongruencias en el actuar de ayuntamiento y el dueño sólo cesa de freír cuando es supervisado, pero retoma sus actividades cuando no hay moros en la costa”, afirma la profesora chetumaleña cuyo patio es invadido por el humo, por lo que tiene que mantener la casa cerrada e impedir que salga su pequeña.
El principal responsable es el Director de Fiscalización, Josué Jiménez Herrera, quien ha permitido que siga funcionando esta empresa familiar contaminante.