Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
El líder playense Marciano Toledo Sánchez presentó ayer su libro “Una vida a mi manera” con imperdibles pasajes de su apasionada vida anclada en lo que hoy es el municipio de Solidaridad, cuyo nacimiento impulsó con garra a principios de la década de los 90. Este parto natural del coloso de Playa del Carmen fue posibilitado hace 30 años por el gobernador chetumaleño Mario Ernesto Villanueva Madrid y su Poder Legislativo, un 28 de julio de 1993.
Irresistible el platillo con harto chile habanero y esa chispa explosiva de la tercia fulminante, porque el regidor Chano Toledo, Mario Villanueva y Don Chucho Martínez –nuestro primer gobernador electo en las urnas– atraparon en su atarraya con coletazos de palabras a una muchedumbre que acudió a los dominios de Mario Villanueva en Residencial Andara, donde se olfatea su cercano y tan lejano rancho El Mostrenco.
El acontecimiento no se lo perdieron periodistas –gracias ingeniero por la distinción–, figuras de gran parte de Quintana Roo y líderes y políticos del PRI, incluidos diputados que dieron el sí a la creación de Solidaridad, entre ellos el querido chetumaleño Primitivo Alonso Alcocer, Presidente de la Gran Comisión de un Congreso dominado a placer por el Tricolor en aquellos años, como ahora ocurre con la Cuarta Transformación liderada por Verde Ecologista y Morena.
El libro “Una vida a mi manera” fue presentado por Mario Villanueva y hay que ver a nuestro exgobernador arrebatado por la inspiración y la nostalgia, lubricada su garganta con dos o tres caballitos de agua que ataranta. Mario se deslizó en su elemento, muy feliz y satisfecho por coincidir con sus invitados para rendir honores al libro de Chano Toledo, un boxeador real que es sinónimo de Playa del Carmen.
El castacán de Tamagochi fue una tentación que doblegó a quienes vigilamos niveles de triglicéridos, pero la ocasión lo permitía porque el sol inclemente obligó a evitar los golpes de calor con la bebida perfeccionada por los alemanes, aunque Don Chucho siempre ha sido fiel a su ron Appleton y lo acompañó Marcos Ramírez Canul, creador de la música del himno a Quintana Roo y que se desplazó desde Calderitas.
Abrazar al exdiputado local priista Pedro Mahay Caamal es un privilegio, porque el hijo de Sacalaca –en la profundidad del municipio de José María Morelos– no pierde su espontaneidad y sencillez, rubricada con su sonrisa de hermano mayor. Ah cómo extrañamos a estos políticos del demolido PRI, cuyos hombres y mujeres crearon el municipio de Solidaridad hace 30 abriles e hicieron historia de la buena.