Javier Chávez Ataxca
CAFÉ DE ALTURA
Una obra hecha a rajatabla por la Secretaría de la Defensa Nacional, al borde de la frágil laguna de Bacalar –muy cerca del Fuerte de San Felipe–, detonó ayer una numerosa manifestación de sus habitantes y la clausura simbólica en defensa de este bellísimo cuerpo de agua.
Los trabajadores rellenan y compactan el suelo con material pétreo, dando trato de papel higiénico a las restricciones vigiladas por autoridades ambientales de los tres órdenes de gobierno que se niegan a aparecer, permitiendo que los militares hagan de las suyas a la vista de bacalarenses y turistas.
Como presidente municipal de Bacalar, “El Chepe” José Alfredo Contreras Méndez tiene que asomarse para dar información detallada de lo que ocurre. Y desde hace tiempo tuvo que estar al tanto de la obra, para reunirse de ser preciso con los militares que hacen los trabajos como si estuvieran en cualquier terreno ejidal enmontado.
Hay un Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la laguna de Bacalar que al menos en el papel es un guardián inflexible de este cuerpo líquido, causa directa del liderazgo turístico de ese municipio del sur desprendido del capitalino de Othón P. Blanco.

Un aplauso a quienes ayer se manifestaron para hacer la clausura simbólica de la obra de militares, quienes como todo inversionista o dueño de un predio deben cumplir con todos los requisitos rigurosos de las autoridades ambientales, valientes e inflexibles con cierto tipo de civiles y temblorinas cuando se trata de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La información oportuna de lo que ocurre es el mejor antídoto, en todos los casos.
Los videos e imágenes son de la autoría de Roberto Geffroy y Javier Ortiz (Radiografía Quintana Roo), a quienes felicito por su trabajo a nivel de campo.