ONCE PASOS
Javier Chávez Ataxca
Con la escandalosa captura de un exalcalde que calentaba musculatura para ser de nuevo candidato del PRD en el municipio maya de Felipe Carrillo Puerto – “El Chak Meex” José Esquivel Vargas –, Morena dio respiración de boca a boca a un solitario perredismo condenado al humillante sótano en la gran elección en marcha.
Jesús Zambrano y Leobardo Rojas, dirigentes nacional y estatal del partido del “sol azteca”, anunciaron que conservarán al “Chak Meex” como candidato para enfrentar a la desprestigiada alcaldesa morenista Mary Hernández Solís, cuya reelección se daba por hecho.
Pero la repentina aparición de la cachiporra justiciera para eliminarle a su único rival llamativo está teniendo el efecto del “no me ayudes, compadrito”, incendiando la selva en temporada de inundaciones.
Con la Fiscalía General de Quintana Roo convertida en intrusa con metralleta en la dormilona fiesta electoral, todas las miradas se han concentrado en el polémico alcalde que aceptó ser candidato del PRD cuando este partido abandonó a la coalición formada por PRI y PAN, acusando maltrato en el reparto de candidaturas en once presidencias municipales.
Ahora el PRD anunció movilizaciones para apoyar a su candidato que desde la noche del pasado martes durmió en el Cereso de Chetumal, acusado de actos de corrupción que son una travesura de bebé al ser comparadas con expedientes candentes de la exalcaldesa morenista de Playa del Carmen, Laura Beristain Navarrete, exhibida en La Mañanera del Presidente Andrés Manuel.
Para condimentar el pozole, solo falta que un familiar de José Esquivel sea candidato emergente para inquietar a la alcaldesa morenista enlodada por los escándalos, pero salvada por el poder milagroso del partido de Andrés Manuel.
Nada representaba el PRD en la guerra electoral en desarrollo inicial porque a duras penas aspiraba a unas cuantas regidurías, pero el gobierno morenista le dio los primeros auxilios para meterlo en zona de competencia.
El PRD fue un partido de oposición muy fuerte que en 2005 le arrebató al PRI por vez primera ese municipio maya de Felipe Carrillo Puerto, llevando como candidato a Eliseo Bahena Adame.
A partir de 1999 el perredismo fue la primera fuerza que puso a temblar al PRI en el combate por la gubernatura, con tres candidatos en fila forjados en Cancún: el empresario radiofónico Gastón Alegre López, el ex diputado federal expanista Juan Ignacio “Chacho” García Zalvidea y Gregorio Sánchez Martínez.
A Greg Sánchez Martínez lo enviaron a prisión con la campaña de 2010 en fase inicial porque era amplio favorito ante el joven candidato cozumeleño del PRI, Roberto Borge Angulo.
Pero el exalcalde prisionero no era favorito en ninguna encuesta por el excesivo poder de Morena, aunque “El Chak Meex” podía crecer y le dieron el empujón que pretende aprovechar el desnutrido perredismo para reincorporarse.