CAFÉ DE ALTURA
Javier Chávez Ataxca
El balconeo por goteo de un racimo de encumbrados morenistas ha agrietado la carrocería de Morena, un partido metido en aprietos como sacerdote sorprendido con buena compañía en el antro, durante un operativo.
Los nombres ahí los tienen: Andrés Manuel López Beltrán –hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador–, Mario Delgado Carrillo, Ricardo Monreal Ávila, Gerardo Fernández Noroña, Pedro Haces Barba y muchos más, en estados y municipios.

El diputado federal cancunense Humberto Aldana Navarro no pudo resistirse y posó en el estadio Santiago Bernabeu –la casa del Real Madrid–, mostrando un atuendo fifí que agrede la religión fundada por San Andrés Manuel con humildad franciscana, similar a la de la Madre Teresa de Calcuta.
Los empoderados morenos disfrutan el poder con una filosofía cínica: “Si no es ahora, ¿cuándo? Por ello viajan a Europa y Japón, según con su sueldo y ahorritos. Será el sereno, pero aquí lo grave es el mensaje que dejan en millones de pobretones, muchos cargando una hipoteca y apenas con el dinero justo para ir a Chedraui.
Quizá con zapatos Canadá y ropa de Milano –donde se viste el paisano– le habría ido tantito mejor al señor Aldana, pero la opulencia tiene que ser presumida en las redes sociales, un territorio fértil para la envidia y los flechazos con veneno, porque 999 de cada mil mexicanos solo pueden asomarse a ese mundo de Las Mil y Una Noches con la pantalla del celular, conectándose al Wifi para ahorrar datos.

Hace 10 años, en varios lunares de la República algunas mujeres lavaban ajeno y los hombres vendían ropa de paca o tenían un espacio en el mercado del productor, pero hoy tienen camionetón, chofer, guarura, secretario particular y hasta maquillista. Son regidores, diputados locales y hasta alcaldes y subsecretarios, tan inútiles como inflados.
Los morenistas subieron de golpe al Monte Everest y la altura los mareó, llevándose entre las patas la pureza virginal proclamada por Andrés Manuel López Obrador con su evangelio tropical: “Por el bien de todos, primero los pobres”.
Y para desgracia de la Patria y fortuna de Morena, estos pobres tan fieles siguen en aumento y se reproducen como conejos en ejidos y zonas urbanas.






