Caza de campaña
Javier Chávez Ataxca
La candidata morenista Claudia Sheinbaum mostró en el debate presidencial de anoche una pancarta con una lista de exgobernadores del PRI y del PAN enviados a prisión y prófugos. En ella aparecen dos priistas caribeños sin libertad: el cozumeleño Roberto Borge Angulo y el chetumaleño Mario Villanueva Madrid, cuyo caso tiene que ser tratado aparte.
Muchos sabemos que la persecución e injusta condena de Villanueva ha sido una perversa consigna política de prolongado efecto, iniciada en la recta final del mandato del Presidente priista Ernesto Zedillo para acabar con el gobernante rebelde al someterlo, humillarlo y lincharlo con una culpabilidad por decreto que lo ha mantenido prisionero desde fines de mayo de 2001.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la historia completa del sanguinario castigo soportado por Mario Villanueva por fantasiosas acusaciones de tratos con narcotraficantes, lo que explica su voluntad política para intervenir y lograr que por fin nuestro querido exgobernador recupere la libertad, tal como prometió a una multitud de fieles en Felipe Carrillo Puerto.
Que no lo haya podido lograr Andrés Manuel es otro cantar, pero lo importante es que el tabasqueño sabe muy bien que el caso Villanueva es un ponzoñoso acto de injusticia sobre pedido desde Los Pinos y se ha pronunciado a favor de su causa.
Por ello me sorprende que a la ligera Claudia Sheinbaum haya metido a Mario Villanueva en la misma canasta de exgobernadores del PRI y del PAN presos o perseguidos por actos de corrupción, porque tiene que revisar la película completa para no proceder a la ligera.
Su sensibilidad de mujer debe servirle para tener una visión objetiva, sin prejuicios y apasionamientos. Pero lamentablemente en un debate presidencial todo vale, ya que es la guerra de dos mujeres dispuestas a utilizar todas las armas para mantener o conquistar la cumbre del poder.