Desde los Once Pasos
Javier Chávez Ataxca
El chiapaneco Raciel López Salazar será el sucesor de Óscar Montes de Oca Rosales en una Fiscalía General que dejó en peores condiciones el especialista procedente de la Ciudad de México, contra lo prometido por ese hombre mágico designado por el gobernador Carlos Joaquín para curar al paciente sin regatear presupuesto.
Pero Montes de Oca fracasó en todos los frentes y sus malos números se manifiestan con delitos de alto impacto donde ha predominado el hierro de la impunidad, con una insensibilidad de marqueta de hielo ante el dolor de quienes lloran la muerte o desaparición de un hijo o esposo.
Raciel López será elegido por el Congreso local –tuve ese sueño y se los comparto en confianza– y con todas las de la ley quedará al frente de la Fiscalía donde ha permanecido como encargado de despacho, pero cuando oficialmente reciba el bastón de mando ya tendrá todos los hilos para comenzar a desparasitar y eliminar gangrena y tumores de una Fiscalía cuyos resultados definen el destino de un mandato.
Sin darle la oportunidad de demostrar su talento Carlos Joaquín se deshizo de Carlos Arturo Álvarez Escalera porque fue heredado por su despreciado antecesor Roberto Borge Angulo, pero el hermano del exgobernador Pedro Joaquín Coldwell se equivocó al colocar en la posición a Miguel Ángel Pech Cen, desplazado para abrirle cancha a Montes de Oca, un experto con cartas credenciales muy superiores a las que podían mostrar los de la comarca.
Como ocurrió con Montes de Oca, lo de menos es el origen del nuevo Fiscal porque ante el incesante bombardeo criminal importan la destreza y el compromiso de una sola cara para cumplir sin excusas con el plan de trabajo, orientando la Fiscalía a favor de los buenos con una estrategia que vaya entregando resultados favorables para ir pacificando a Quintana Roo.
A Raciel López hay que darle tiempo para vaya aplicando su tratamiento médico, pero no se le deben exigir resultados en cuestión de días porque su tarea inicial será la revisión del equipo a su mando, extirpando traidores que se entienden con el enemigo.
Montes de Oca pecó de arrogante y se encerró en un búnker que fue inundado por descargas del relleno sanitario, ya que su etapa como Fiscal caribeño es el peor fracaso en su carrera, con efectos sufridos por cientos de quintanarroenses que lloran a sus muertos o los tienen en calidad de desaparecidos con una llama de esperanza en la tiniebla.
En la imagen vemos al futuro Fiscal saludando al Presidente Andrés Manuel López Obrador.