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Novedades Chetumal
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La mayor parte de los diputados locales no desarrolla actividades a la altura de sus tremendos ingresos quincenales, ya que este club mantiene ociosas sus comisiones y no envía señales de cambio. Y aunque este comportamiento no es novedad, decepciona porque los “legisladores” de todas las bancadas permanecen muy cómodos al generar este desperdicio monumental en uno de los tres poderes.
Los tres diputados locales del PAN perdieron desde hace muchos meses la motivación que debe caracterizarlos. Revisen el desempeño de la ex alcaldesa de Lázaro Cárdenas, Trinidad García Argüelles, quien mal encabeza la comisión de Defensa de Límites de Quintana Roo y Asuntos Fronterizos.
El Secretario de esta Comisión es el priista Juan Manuel Herrera, quien tiene como prioridad la grilla en el municipio de Bacalar y no tiene tiempo para atender un expediente tan vital para los intereses de Quintana Roo, como lo es la defensa de nuestra integridad territorial, pisoteada impunemente por Campeche.
La diputada Trinidad debe ser curada de espanto, ya que un puñado de priistas le provocó un ataque de pánico al deslizarle el voluminoso expediente de sus andanzas como alcaldesa, cuando chapoteó en el lodazal de esa corrupción que su partido tanto ha criticado al PRI.
Sergio Bolio Rosado –ex presidente estatal del PAN– es titular de la Comisión de Derechos Humanos, pero quedó fuera de combate desde que llevó en hombros a Harley Sosa Guillén para que fuese nuestro Ombudsman.
¿Nada hay en materia de derechos humanos que amerite la insinuación de un comentario o el brote de una inquietud o condena? La pregunta va dirigida a Sergio Bolio, quien ha asumido el papel de aquellos priistas pasivos que tanto ha criticado su partido, obviamente desde las gradas de la oposición.
Así de graves los diputados del resto de las bancadas, aunque la denominada “oposición” está obligada a cambiar el ritmo que más conviene al PRI.
Y tampoco agrada a muchos que los diputados impidan el libre acceso a sus cubículos, colocando dos guardias en los accesos para que pregunten santo y seña a los visitantes, aunque estos sean reporteros muy bien identificados por estos guardianes de la bahía que deben desempeñar otras tareas.
