Chetumal, 3 septiembre
La laguna de oxidación que se encuentra atrás del Rastro Municipal ha sido un foco de infección durante décadas sin que las autoridades hagan algo al respecto. La laguna tiene un color rojo provocado por todos los desechos que allí van a parar, mientras que el olor putrefacto que emana de esa zona es insoportable.
De laguna de oxidación no tiene nada, se sabe que los rastros deben de contar con un tratamiento de aguas residuales para evitar la contaminación y el riesgo sanitario.
Sin lugar a dudas, esa laguna de oxidación es una fuente de bacterias, virus y microbios. Aunque es importante decir que una laguna de oxidación tiene que cumplir ciertos requisitos para que puedan llevarse diversos procesos que eviten contaminación a su alrededor, así como un tipo de tratamiento de aguas.
Sin embargo, lo que está detrás del Rastro Municipal es una fosa séptica a cielo abierto que desprende olores fétidos a sus alrededores, por lo tanto existe un latente riesgo sanitario para las personas que habitan justo enfrente de esa laguna y que pertenecen a la colonia irregular Industrial.
La laguna de oxidación está rodeada por maleza baja y algunos pequeños árboles, a un lado de la misma existen tres viviendas.
Estas viviendas, que están a dos metros de la laguna aproximadamente, son las que están en constate riesgo porque comen cerca de la podredumbre; existe una gran cantidad de moscas a consecuencia del putrefacto olor y con las cuales también tienen que convivir la gente de esa colonia irregular.
De acuerdo a la literatura, las lagunas de oxidaciones son excavaciones de poca profundidad donde se desarrolla una población microbiana compuesta por bacterias, algas y protozoos (que convienen en forma simbiótica), que eliminan en forma natural patógenos relacionados con excrementos humanos, sólidos en suspensión y materia orgánica causantes de enfermedades tales como el cólera, el parasitismo, la hepatitis y otras enfermedades gastrointestinales.
El sistema de dicha laguna debe de estar compuesto inicialmente por un grupo de trampas que atrapan y separan los elementos sólidos no inherentes al diseño del sistema; en etapas siguientes el agua y sus residuos pasan a un sistema de lagunas (una o más), donde permanecen en contacto con el entorno, principalmente el aire, experimentando un proceso de oxidación y sedimentación, transformándose así la materia orgánica en otros tipos de nutrientes que pasan a formar parte de una comunidad diversa de plantas y ecosistema bacteriano acuático.
Luego de este proceso, el agua superficial de las lagunas queda libre entre un 70 y un 85 por ciento de demanda química o biológica de oxígeno, los cuales son estándares apropiados para la liberación de estas aguas superficiales hacia la naturaleza, de forma que esta última pueda absorber los residuos sin peligro para el medio ambiente y sus especies.
Sin embargo, ninguno de esos puntos característicos puede encontrarse en la alguna que está atrás del Rastro Municipal, que más bien pareciera una fosa séptica a cielo abierto, y donde todos los días puede observarse a más de una decena de zopilotes rondando la zona.
De allí emanan grandes cantidades de bacterias, hongos y demás microorganismos que son perjudiciales para los pocos habitantes que viven a escasos metros de la laguna.
El estanque de aguas pestilentes tiene un color rojo vivo, producto de los desechos que salen del rastro municipal luego de las matanzas que llevan a cabo.
El olor es insoportable y es tan fuerte, que las personas que se han mudado a vivir por la zona aseguran que durante un mes o más permanecen con fuertes dolores de cabeza a consecuencia del desagradable y putrefacto olor de todos los días.
Los habitantes que se encuentran en la colonia irregular Industrial, y que quedan frente a la laguna de oxidación, aseguran que las autoridades correspondientes, tanto del Ayuntamiento como de Salud, no asisten a darle tratamiento a las aguas putrefactas, principalmente porque dentro de ella viven cerca de 30 cocodrilos desde hace décadas y que se alimentan de los desechos del rastro.
Sin lugar a dudas, la laguna de oxidación es una amenaza latente de insalubridad para las más de 30 familias que viven en la zona.
Finalmente, cabe decir que lo peligroso de esta situación es que en esa laguna asechan varios cocodrilos que salen por las noches y durante el día permanecen adentro, pues se alimentan de los desechos que diariamente salen del rastro. De hecho, también estos animales han sido los que han ocasionado la desaparición de perros, conejos, gallinas y demás animales domésticos.
Alejandra Carrión (Por Esto QRoo)