Chetumal, 2 de septiembre
Manuel Aguilar
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Por falta de oportunidades laborales en lo que es mi profesión –desde hace 18 años como reportero grafico trabajando en diferentes medios locales y nacionales–, decidí ingresar al Sindicato Unico de Choferes de Automóviles de Alquiler (SUCHAA) como “martillo” (conductor), teniendo en cuenta que es un trabajo como cualquier otro para darle de comer a mi familia.
Vendí mi vehículo y obteniendo préstamos logré pagar mi ingreso al Sindicato. Todo iba bien hasta el día de ayer luego de pasar a buscar a mi hija en la secundaria agarré pasaje para villas Oxtankah. Transitando por la avenida Constituyentes vi que se encontraba un retén de la Policía Judicial, Seguridad Pública estatal y municipal. Pero entre ellos estaban delegados del SUCHAA.
Uno piensa, bueno, está el sindicato al que le pagué una cantidad para poder trabajar, y me tranquilicé un poco. La Judicial verificó que el vehículo no era robado. Seguridad Pública verificó que contaba con la licencia vigente como chofer de transporte público, así como tarjeta de circulación y las placas en regla.
Pensé que ya cumplía con todos los requisitos, hasta que se acercó el delegado del SUCHAA y me pregunta ¿debes cuotas? Si 3 semanas, por que no contaba con taxi para trabajar. Ahí es cuando empezó la pesadilla, ya que solo levantó la mano y dio la orden de que me quiten el vehículo. Bajaron mi pasaje, bajaron a mi hija por quien fui a la escuela. Y debería llevar al carro al patio de la Policía Municipal, custodiado por un elemento de la Policía Municipal como si fuera un criminal.
Pidiendo información vía telefónica al Comisionado de Seguridad Pública Municipal, Gumersindo Jiménez Cuervo, de por qué era remitido a las instalaciones de Seguridad Pública Municipal que el dirige, me preguntó ¿cuentas con licencia? Si, respondí, aunque es algo que no les compete. Me preguntó ¿tienes tarjeta y seguro? Si, conteste (cosa que tampoco les compete) ¿Mostraste tu último pago de cuotas del Sindicato? Plop. Esto mucho menos les compete, y le dije no. Pues con eso no puedes llevarte el carro, me respondió el jefe de nuestra policía municipal.
¿Que ley de la policía municipal o que artículo infringí para detener mí herramienta de trabajo? Violentando la ley e inventando como en la película “la ley de Herodes” ¿ya se puede inventar leyes sin pasar por el congreso del estado o el cabildo? ¿O acaso ya vivimos en una municipio de anarquía donde los que se dedican a cuidar que se cumpla la ley no la respetan? En tanto, llegaban y llegaban más taxistas, todos mostrando su molestia hacia la autoridad municipal que se presta a la ilegalidad.
El sindicato según es autónomo, a pesar de que ya cuenta con un tesorero puesto por el gobierno del estado Hilario Huerta, ex delegado de la CNC que según para cobrar una millonaria deuda de Eliezer Arguelles Borges (ex dirigente del SUCHAA) a los martillos que tienen que ver que lo enjuicien y que le cobren a el que anda como si nada paseándose en las calles ¿Por qué a él no lo detienen? Y a uno que debe 200 pesos de cuotas lo detienen y lo tratan como criminal.
Estando en los patios de la policía municipal llegaban y llegaban más y más compañeros taxistas, dominados por el desaliento. ¿Alguien sabe qué van a comer las familias de los taxistas? ¿Qué tendrán que hacer para llevar un plato de comida a sus hogares?
Mientras el presidente Enrique Peña Nieto lucha contra el hambre, aquí en Chetumal están luchando para que mas familias se mueran de hambre, orillando a delinquir.
