Pena Capital
Javier Chávez Ataxca
Novedades Chetumal
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Para aportar más chiles toreados al proceso electoral en marcha, Carlos Mario Villanueva Tenorio –hijo del ex gobernador Mario Villanueva Madrid – saltó como candidato del Partido Encuentro Social (PES) a la diputación federal por la vía plurinominal, sembrado en tercera posición por nuestra Tercera Circunscripción Plurinominal y con moderadas posibilidades de ser legislador.
Con todo el desgaste que lleva a cuestas –resultado de su infame gestión como presidente municipal capitalino–, tal imagen tan deteriorada no le impide participar en la fiesta grande, escurriéndose por la cómoda fila de la ignominia. Porque el candidato por la vía pluri aprovecha los privilegios que otorga un sistema de competencia electoral que queda a merced de los mediocres, posibilitando el paso de los menos aptos para figurar como posibles diputados federales.
Carlos Mario Villanueva Tenorio no ha derramado talento político en las posiciones que ha ocupado, llevado en hombros por un apellido que ha manchado y hundido en el lodo del desprestigio, sobre todo como alcalde que relevó en 2011 a Andrés Ruiz Morcillo, quien está perfilado como candidato independiente.
Más allá de lo antidemocrático, el reparto de plurinominales se ha pervertido para ser un espectáculo grotesco y pestilente, con ambiente de circo en decadencia. Porque no hay criterios de calidad para postular a los afortunados, por esta vía y por la de mayoría relativa.
Pero como pluris debían ser lanzados los mexicanos con mejores perfiles, ya que deben defender los principios del partido que los postula. Pero en este caso, un partido debutante como Encuentro Social abre sus pequeñas puertas a una figura desgastada y que no deja de contar con cierto imán electoral, porque un sector de la población lo relaciona con su padre, de quien heredó muy contadas virtudes políticas.