Cancún fue el primer municipio que dio la espalda al PRI en 2002, cuando ganó “El Chacho” Juan Ignacio García Zalvidea con los colores repentinos del Verde Ecologista. Y desde entonces ha sido un territorio impredecible en el plano electoral con su mayor musculatura política, financiera y poblacional.
Que su alcaldesa morenista Mara Lezama haya logrado la reelección para llegar sin sobresaltos a Palacio de Gobierno nos muestra el temible poderío del coloso del norte que aclama a mujeres y hombres con fuerte presencia social, como Don Gastón Alegre López –derrotado en el choque de 2002 por la alcaldía– y Greg Sánchez Martínez.
Como alcalde perredista Greg Sánchez fue la migraña del priista Roberto Borge Angulo, y siendo candidato retador a la gubernatura en 2010 al “sistema” no le quedó más opción que armarle un expediente a la carrera por “delincuencia organizada” para enviarlo al penal de Nayarit, liberándolo después de la elección.
La batalla por el trono de Cancún entra en calor y la senadora Marybel Villegas Canché –de Morena– se planta como la aspirante más fuerte. Su luz propia es fruto de un trabajo político a nivel terrestre que le permite ser identificada y aceptada por los cancunenses.
Marybel Villegas se concentró en su trabajo senatorial, sin descuidar Quintana Roo y Cancún. Pero además desde su escaño de Morena refuerza los proyectos vitales del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien sabe reconocer los liderazgos genuinos como los representados por Marybel y Mara.
El trono que dejó vacante Mara Lezama lo ocupa la débil y desconocida verde ecologista Ana Patricia Peralta de la Peña, quien persigue la reelección sin arsenal propio porque depende por completo del potencial huracanado de la coalición formada por Morena y Verde. Sin esta coalición Ana Paty si acaso alcanza una triste regiduría.
Otra pretendiente es la diputada federal de Morena, Anahí González Hernández, cuya carrera política apenas inicia y es muy vulnerable en un choque electoral cuerpo a cuerpo, aunque tiene todo el respaldo de la gobernadora Mara Lezama.
Hasta ahora la competencia se ha limitado a dar cuenta de los desplazamientos de las figuras de la Cuarta Transformación, pero no hay que descuidar a los machos porque el cambio de par cromosómico es posible en la casa reinante donde puede ocurrir la fractura telúrica. En este nuevo escenario morenos y verdes pueden ser enemigos y luchar como Real Madrid y Barcelona por la Copa del Rey.
Hibernando como osos polares permanecen Movimiento Ciudadano y PAN, la oposición que puede despertar al olfatear el salmón de las condiciones propicias para competir en serio por Cancún, aunque Morena y Verde son amplios favoritos compitiendo como socios e incluso como rivales.