Javier Chávez Ataxca
.
Una vez que despojó al PRI de la candidatura por el tercer distrito de Cancún, el Partido Verde Ecologista (PVEM) tiene en su jaula de tucán a un ejemplar muy acelerado. Y es que Remberto Estrada Barba ahora quiere ser candidato a la presidencia municipal de Cancún, irritando por anticipado a los priistas que no se la acaban con este despojo a cargo de un partido parásito con suerte de sobra.
Porque Remberto Estrada sustenta su poderío en la temible maquinaria del Tricolor, cuya fortaleza se nutre de la anemia de sus oponentes que mandan a la guerra a carne de cañón, enfocando su atención en las accesibles plurinominales cosechadas en la comodidad del sofá.
El Verde Ecologista si acaso puede aportarle a Remberto un reducido porcentaje de votos, cortesía de despistados electores que se tragan el cuento de la defensa de la ecología, sin detectar bajo el verde disfraz la piel de opulentos oportunistas que lucran con un rubro tan sensible para chicos y grandes.
Pero en primera instancia Remberto debe ganar en esta elección, en un competido distrito donde la oposición panista y perredista no ha presentado sus mejores cartas, dependiendo tan sólo del poderío huracanado de candidatos presidenciales del calibre de Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador.
Remberto con sus aires triunfalistas puede abanicar la irritación de figuras clave del PRI en Cancún, donde a regañadientes aceptaron la imposición de un candidato sin méritos políticos, y cuyo paso por el Congreso del Estado fue marcado con el hierro de la mediocridad más gris.
Iris Mora Vallejo se perfila como candidata externa del PRD, y no será precisamente un flan para Remberto Estrada, cuyo despertar puede ser amargo al caer la noche del siete de junio próximo.
La formidable ex futbolista cancunense puede darle a este acelerado tucán una patada donde más duele: en sus desbocados sueños de poder.
