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Pedro Flota Alcocer puede sumar su cuarto descalabro consecutivo, en su terca lucha por ser alcalde del municipio capitalino de Othón P. Blanco. No la tiene fácil el Presidente de la Gran Comisión del Congreso –posición tan decorativa como un florero–, ya que la silla con la que sueña también la persigue la diputada federal priista Lizbeth Gamboa Song.
El respaldo del grupo Coco Beach palidece ante las cuentas pendientes que tiene el “Ingeniero” Flota con el Por Esto de Quintana Roo, pero más allá de ese detalle de tinta y papel debemos valorar lo que representa el diputado local como político, ya que se ha consolidado como una pieza que ha sido sacrificada para dar paso a las candidaturas de Andrés Ruiz Morcillo, Carlos Mario Villanueva Tenorio y Eduardo Espinosa Abuxapqui.
Le han perdido el respeto a Pedrito, como al Cruz Azul en las finales.
Depender tan sólo del apoyo de Luis Contreras Castillo –director general del Diario de Quintana Roo– no sólo debilita a Pedro Flota, sino que lo coloca contra las cuerdas porque los padrinazgos a esas alturas deben ser colosales y endiabladamente efectivos, por lo que el “líder del Congreso” debe modificar su estrategia para permanecer en las primeras posiciones en la batalla que tanto le obsesiona, ya que llegado el momento veremos cinco cartas con poderío.
Porque debemos prever que el alcalde Eduardo Espinosa Abuxapqui se hará a un lado en la batalla por la gubernatura, no sin antes defender a su hijo político Jorge Aguilar Cheluja, a quien entregó la Secretaría General del Ayuntamiento. Y aunque algunos ven a Cheluja como diputado local, no dejará de competir de poder a poder con Pedro Flota hasta semifinales.
Lizbeth Gamboa Song concluirá en breve su encomienda como diputada federal, y su objetivo está muy bien trazado: ser alcaldesa capitalina. La ex directora general del DIF tiene muchas ventajas sobre Pedro Flota, comenzando por su imagen intachable y sus cualidades en la arena política, con contactos en las alturas.
Porque entre la diputación federal de Lizbeth y el changarro que cuida Pedro Flota hay un mar de diferencia. Lizbeth puede presumir acciones significativas –cuestionadas otras más–, mientras Pedro Flota no manda en el Congreso.
Pedro Flota ha cometido el error de tantos chetumaleños que van a todas partes con su puñado de achichincles, negándose a hacer grupo con otros capitalinos. Y si bien el “Ingeniero” no está derrotado de antemano, debe irse preparando para acumular su cuarto fracaso, aunque le aguarde otro premio de consolación.
